domingo, 25 de septiembre de 2016

LOS ÚLTIMOS PASOS DE LAS FARC, COMO GRUPO ARMADO, EN URABÁ. Segunda parte.



LOS ÚLTIMOS PASOS DE LAS FARC, COMO GRUPO ARMADO, EN URABÁ. Segunda parte.  

Por: Luis Carlos Pulgarín Ceballos.
Reportaje exclusivo de Canal 3 sistema en línea.

Fotos: Luis Carlos Pulgarín Ceballos, Luisa Fernanda Vargas y Oscar Salazar Tabares.

La agenda de las FARC en el proceso de paz regional chocoano.

JORNADAS PEDAGÓGICASDE PAZ Y POLÍTICA.

Desde hace muchos meses los diferentes Frentes de las FARC en Urabá sienten el transcurrir del tiempo sin los afanes de la guerra, el proceso de paz hace que las horas vayan como en cámara lenta. Con la sensación de esos tiempos vienen cruzando los caminos y rutas por donde se les marcan los derroteros del destino de la paz. Desde hace muchos meses han silenciado sus armas y se han concentrado en la dialéctica de la paz. Pendientes no sólo del  proceso en la Habana, sino que también de las largas secciones de pedagogía de paz que comparten con sus comandantes e incluso con algunas comunidades del territorio.  Todos los días, desde las 6 de la mañana hasta las 12 meridiano, hacen asamblea para debatir elementos de pedagogía de paz. 

Se estudia con mucha disciplina cada Acuerdo que se va logrando en la Habana, pues ya saben que dejarán las armas para meterse a la política, y ese es un reto para el que se preparan muy bien y con gran entusiasmo. Si hay combatientes que no quieren estudiar se sancionan. La sanción más común es la de las tareas de ranchería: el sancionado debe cocinar para toda la guerrillerada. 

Muy pendientes de la actualidad diaria escuchan noticias, si están cerca de un caserío donde hay planta eléctrica tienen la oportunidad de ver televisión, sino las ondas de los radios les darán tema para las jornadas de análisis político y de actualidad que, de manera disciplinada, tienen cada noche, de nuevo en asamblea de Frente y después de comer. Cada guerrillero propone una noticia y se discuten diversos contextos, confrontando así las versiones que se presentan en los medios de comunicación cuya señal logra llegar hasta las montañas. 

En estas jornadas pedagógicas son visibles los temores de la guerrillerada, acostumbrados a la guerra durante más de 50 años ven con mucha incertidumbre su preparación para la paz. Temores de los combatientes ante los posibles incumplimientos de un gobierno que en el pasado ha sido tramposo con otros procesos de paz; procesos en los cuales no han dado garantías de seguridad a desmovilizados que han caído ante las balas de los enemigos de la paz; temores lógicos de saber que no todos los intereses de clase de las FARC se recogen en los Acuerdos de la Habana. Para cada inquietud, los comandantes tratan de tener una respuesta que genere confianza y espante los miedos “para nosotros es claro que dentro de una negociación tiene que cederse de parte y parte, si las FARC como organización política militar que hasta ahora lo somos y que estamos aspirando a convertirnos en un movimiento político no cedemos también, sencillamente no se firman los acuerdos…  tenemos que ceder de parte y parte, en estas negociaciones ha cedido el gobierno y le ha tocado ceder a las FARC”, explica el Comandante Pedro: “Nos vamos a enfrentar a una nueva realidad, en la cual no tenemos la experiencia suficiente, pero que a través de nuestros conocimientos y nuestra adaptación y flexibilidad que debemos tener los revolucionarios para adaptarnos a la  coyunturas  que se pueden presentar entonces yo sé que no va a ser difícil para nosotros asumir este reto mientras exista la moral revolucionaria y existan las ganas de sacar adelante el proyecto político de las FARC como plan estratégico…” 

De esta manera transcurren las horas en el nuevo día a día de las FARC, preparándose intelectual y sicológicamente para el reto de la paz; haciendo conciencia de que lo no logrado en la Habana, lo que tiene que ver con las luchas y reivindicaciones sociales y económicas de las comunidades a las cuales pertenecen y que tradicionalmente has sido olvidadas por el gobierno “serán parte de la agenda política de las FARC una vez dejemos las armas para entrar en el debate político” en palabras del Comandante Pedro. 

Aceptando que sí, que muy seguramente habrán muertos en su transición de combatientes a civiles, pero que no hay que pensar que toda muerte obedecerá, necesariamente a situaciones de perturbación a la paz, que habrá que estudiar cada caso; que por ello es importante que todos los miembros de las FARC sepan respetar sus esquemas de seguridad, permanecer juntos como grupo y como proyecto político, saber manejar alertas tempranas ante posibles riesgos y, sobretodo, entender que los acuerdos quedarán como acuerdo de nivel internacional que no sólo los sube a nivel constitucional sino que tendrá todo el acompañamiento internacional posible en este propósito de paz, que tal vez esto último, será lo que les garantice su seguridad y derecho a la vida una vez hagan la dejación definitiva de sus armas.

Firmando compromisos de paz con las comunidades del Chocó.

Una comisión de delegados de las FARC (del equipo de negociadores que para entonces estaba en La Habana, Cuba);  llegó el pasado mes de agosto hasta el corregimiento de Vegaéz en Vigía del Fuerte para, junto con delegados del Gobierno y de una misión internacional integrada por los países garantes del proceso de paz y de instancias como la ONU, firmar actas de compromiso para el cumplimiento de los acuerdos de paz con las diferentes comunidades de la Cuenca del río Arquía, territorios donde se instalará una de las zonas de concentración y desarme del grupo insurgente.

Las zonas veredales de transición no son un espacio simplemente para la dejación de las armas, es un espacio para sembrar la semilla de la nueva sociedad que debe emerger a partir de los acuerdos de paz” (Comandante Benkos, delegado de la Habana).

Esta es nuestra casa, es nuestra casa porque en ella hemos intercambiado históricamente dolores y esperanzas, así como en el pasado nos tocó en medio de los dolores, sería un acto de ingratitud que hoy que estamos tratando de construir el carril de la esperanza no fuere en este lugar precisamente” Estas fueron las palabras iniciales del Comandante Benkos en la reunión de firma de dichas actas de compromiso: “conocemos que hay muchos temores, y no precisamente por la presencia de las FARC, el organismo de monitoreo y verificación que para todas las partes, no exclusivamente para las FARC, para todas las fuerzas involucradas en el área, que garantice el respeto de los Derechos Humanos de las comunidades es un compromiso ineludible por parte de las FARC, eso es lo que queremos dejar, primer que todo, dejar por bien sentado”. De esta manera las FARC describen a las comunidades mismas lo que serán las zonas de concentración y desarme que se instalarán en el país una vez la firma del acuerdo final: “hoy somos un equipo trabajando por un mismo propósito, llenar de contenidos la palabra paz, llenar de contenidos ese concepto que muchos de nosotros apenas avizoramos porque nacimos en medio de la guerra, que no significa solamente la confrontación armada sino que además la marginación total de los derechos económicos y sociales de las comunidades”. 

                                                                                   Mandos del Ejército Nacional y  de las FARC EP en Vegaéz.

El compromiso de las FARC con las comunidades del Chocó se reiteraba con este acto protocolario que daba confianza a las comunidades sobre su cumplimiento con los protocolos de los Acuerdos. Expreso que se reiteraba este compromiso con las comunidades chocoanas porque ya, en semanas anteriores, se había presentado una visita de una delegación de negociadores de las FARC al municipio de Bojayá para cumplir con acciones de voluntad no menos importantes del proceso de paz. En dicha primer visita, bajo la representación del Comandante Pastor Alape, las FARC  llegaron hasta la zona para pedir perdón a la comunidad y especialmente a las familias de las 79 personas que murieron por la explosión de un cilindro bomba dentro de la iglesia en el año 2002 como consecuencia de los enfrentamientos que esta guerrilla sostuvo, durante 7 días, con  un grupo de 200 hombres del bloque paramilitar de Élmer Cárdenas, apoyado al parecer por unidades del ejército nacional y autoridades civiles, dejando en medio de dichos combates a cientos de habitantes de Bojayá, los cuales sufrieron el desenlace fatal ya conocido y rechazado por el mundo entero. 

                                    “La paz es nuestro sueño, esa paz empieza con la transición de las FARC EP a  
                                    organización política no militar, es el fin del combate y el inicio del debate, la 
                                    posibilidad de la expresión plena de las comunidades a su participación en las 
                                    decisiones que afecten sus proyectos de vida” (Comandante Benkos).


El Comandante Jimmy

De acento pausado, siempre mira fijo a su interlocutor mientras habla. Cuando le toca el turno de la palabra parece esmerarse por tener las palabras precisas para ser lo suficientemente concreto. A pesar de su rango en las FARC no deja de ser muy respetuoso, yo diría que humilde al dirigirse al otro, muy propio del campesino que sigue siendo a pesar de sus más de 30 años en la guerrilla.  A las seis de la mañana de nuestro segundo día de encuentro, cuando me pongo en pie lo encuentro afanado buscando una olla para poner tinto en un viejo fogón de gas, preocupado por atender bien a la “visita”. 

Tiene una agenda apretada para el día. Hace tiempo no bajaba por el lugar y tiene que encontrarse no sólo con algunos milicianos a los que viene recogiendo por las instrucciones mismas del proceso de paz, sino que también con algunas personas de la comunidad que acuden a él para informarle de sus problemas, de sus proyectos organizativos y también para consultarle por los alcances de los acuerdos en la Habana.

Con entusiasmo habla de los Comités de paz que hay que crear en las comunidades. De las condiciones que deben procurar los proyectos organizativos comunitarios para enfrentar el post conflicto y de la necesidad que hay de hacer pedagogía de paz, de manera permanente en cada actividad que se emprenda en comunidad.

Ingresó a la guerrilla desde los 14 años. Es el tercer comandante al mando del Frente 34, me habla de su historia en las FARC; sin ningún asomo de frustración, de rencor o ira por la suerte que le tocó después de que empezó a sentir la muerte respirado en la nuca, todo por militar en un partido político, por ser un activista de las Juventudes Comunistas en Urabá:   En esos tiempos que mataron los primeros dirigentes de la JUCO ahí en Mutatá, Alonso Matías, y otro muchacho que lo mataron en la casa. Ahí fue cuando yo decidí venirme para las FARC…”.

Los afectos y sus relaciones de familia se materializan sobre todo en el cariño con el que recuerda a su abuelo, aún vivo y con quien, cada que las condiciones lo permiten, se ve para intercambiar opiniones políticas o simplemente para pedirle un consentimiento, una opinión, un consejo:   Ese cucho de memoria histórica tiene mucho que contar, fue compañero de estos dirigentes del Partido, de la Unión Patriótica en Urabá… Fue de los primeros que se enteró de mi decisión de venirme para la Organización… Eso me dio una charla como de cuatro horas… yo le había dicho como a las 8 de la noche, y le dije en el pueblo, entonces me dijo, camine vámonos para la casa. Llegamos a la casa como a las 10 de la noche y ahí empezó a darme la charla… No, pues hablándome como eras las FARC; porque el sabía de la disciplina, de cómo eran las cosas, me decía “la decisión que usted va a tomar para mí es la correcta, pero piénselo bien”, me decía las cosas allá son así, así y así, en ese tiempo él conocía como eran las normas y los reglamentos, “sí esa es su decisión yo lo apoyo”.  Yo ya tenía todo, yo había hablado con Erika, Erika fue la que me dio el ingreso, en esa época le daban a uno una lista, lo que me dieron que tenía que conseguir: desde el cepillo, el jabón, en ese tiempo uno tenía que conseguir todo, la tela para la carpa, el plástico, la tela para el maletín… yo ya tenía la listica y le dije: Cucho pero me falta conseguir esto… él mismo nos trajo a la guerrilla, nosotros éramos dos, yo un tío mío, a él lo mataron después, como en… en el  90… nosotros llegamos muy jóvenes aquí a las FARC…”

Luego de un receso en nuestra primera charla, ya caída la noche nos encontramos de nuevo, entonces hablamos de historia, de los antecedentes de este proceso, de los frustrados diálogos con Belisario Betancourt, de la creación y luego del exterminio de la Unión Patriótica; de los muertos que se habría ahorrado este país si esos diálogos se hubieran dado. De cómo las nuevas generaciones no saben que el origen de la elección popular alcaldes nace de esos diálogos de 1986, como una condición de las FARC, al entonces presidente Betancourt para que diera muestras reales de la voluntad de que su gobierno iba a permitir la participación política de nuevos actores, una participación democrática y descentraliza que se saliera del marco del Frente Nacional Liberal-Conservador.

También hay tiempo para hacer reflexiones sobre los miedos que con este proceso enfrentan, tanto la guerrillerada como las comunidades mismas. Saben que se irán a zonas campamentarias, que en algún momento después del desarme volverán a los territorios en calidad de civiles, como excombatientes. No saben cuáles serán las condiciones para ese regreso, si el gobierno se compromete a combatir los paramilitares, si ellos podrán regresar a hacer política sin riesgo a que se repita la historia de la Unión Patriótica “nosotros pensamos que será necesario un gobierno de convergencia, en el 2018 las FARC le apostará a eso, necesitamos alianzas con gente de derecha progresista, que ayude a mantener este proceso, con gente de centro, con las diferentes tendencias de izquierda, llevar a la presidencia alguien que nos permita también construir nuestro proyecto político en los territorios, con las comunidades, desde las bases”, lo dijo con seguridad, con el convencimiento de que esa es la línea política que debían definir las FARC y así resultó ser: las declaraciones de la Décima Conferencia de las FARC le dan la razón al hablar de un proceso político de convergencia. Muy seguramente en el pleno de las FARC, defendió esta posición, a su entender el proyecto político deberá concentrarse en reconstruir los afectos y la reconciliación desde los territorios, sin descuidar la política del nivel nacional, como una manera de visibilizar y fortalecer los nuevos liderazgos políticos y sociales desde lo local, desde lo veredal; como una manera de devolverle a las comunidades la esperanza, de ayudar a cicatrizar las heridas de la guerra.

Próxima entrega (3ª. parte): La dura historia de Erly, el novio de Mariana en la guerrilla. Y, “En mi casa también todos votan por el sí, si mi mujer no vota por el sí se va de la casa, pues es que no me quiere, acaso quien es sino este pecho el que sale todas las madrugadas a rebuscarse la comida aguantando retenes y peligros por la violencia…”

https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com/2016/12/los-ultimos-pasos-de-las-farc-como.html

Erly, joven guerrillero de base: vida de avatares y violencias que lo arrojaron al campo de la guerra


DE COMANDANTE A MILITANTE: FABIÁN RAMÍREZ, SEMBLANZA INCONCLUSA DE UN SOÑADOR DE LA PAZ EN COLOMBIA. Nueva entrega de la serie de reportajes y crónicas sobre “los últimos pasos de las FARC  como grupo armado en la región de Urabá”.https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com.co/search?updated-max=2017-08-05T17:38:00-07:00&max-results=7&start=21&by-date=false
YO ESTUVE EN UNA ZONA DE PRE AGRUPAMIENTO DE LAS FARC EP, EL DÍA DE LA MUERTE DE FIDEL CASTRO. https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com.co/search?updated-max=2016-12-23T10:11:00-08:00&max-results=7&start=27&by-date=false

UNA CRÓNICA DE ANTES DEL SÍ Y DEL NO
https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com/2016/12/una-cronica-de-antes-del-si-y-del-no.html

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