LOS ÚLTIMOS PASOS DE LAS FARC, COMO
GRUPO ARMADO, EN URABÁ. Segunda parte.
Por: Luis Carlos
Pulgarín Ceballos.
Reportaje exclusivo
de Canal 3 sistema en línea.
Fotos: Luis Carlos Pulgarín Ceballos, Luisa
Fernanda Vargas y Oscar Salazar Tabares.
La agenda de las FARC en el proceso
de paz regional chocoano.
JORNADAS
PEDAGÓGICASDE PAZ Y POLÍTICA.
Desde hace muchos meses los diferentes Frentes de las FARC en
Urabá sienten el transcurrir del tiempo sin los afanes de la guerra, el proceso
de paz hace que las horas vayan como en cámara lenta. Con la sensación de esos
tiempos vienen cruzando los caminos y rutas por donde se les marcan los
derroteros del destino de la paz. Desde hace muchos meses han silenciado sus
armas y se han concentrado en la dialéctica de la paz. Pendientes no sólo
del proceso en la Habana, sino que
también de las largas secciones de pedagogía de paz que comparten con sus
comandantes e incluso con algunas comunidades del territorio. Todos los días, desde las 6 de la mañana hasta
las 12 meridiano, hacen asamblea para debatir elementos de pedagogía de paz.
Se estudia con mucha disciplina cada Acuerdo que se va
logrando en la Habana, pues ya saben que dejarán las armas para meterse a la
política, y ese es un reto para el que se preparan muy bien y con gran
entusiasmo. Si hay combatientes que no quieren estudiar se sancionan. La
sanción más común es la de las tareas de ranchería: el sancionado debe cocinar
para toda la guerrillerada.
Muy pendientes de la actualidad diaria escuchan noticias, si
están cerca de un caserío donde hay planta eléctrica tienen la oportunidad de
ver televisión, sino las ondas de los radios les darán tema para las jornadas
de análisis político y de actualidad que, de manera disciplinada, tienen cada
noche, de nuevo en asamblea de Frente y después de comer. Cada guerrillero
propone una noticia y se discuten diversos contextos, confrontando así las
versiones que se presentan en los medios de comunicación cuya señal logra
llegar hasta las montañas.
En estas jornadas pedagógicas son visibles los temores de la
guerrillerada, acostumbrados a la guerra durante más de 50 años ven con mucha
incertidumbre su preparación para la paz. Temores de los combatientes ante los
posibles incumplimientos de un gobierno que en el pasado ha sido tramposo con
otros procesos de paz; procesos en los cuales no han dado garantías de
seguridad a desmovilizados que han caído ante las balas de los enemigos de la
paz; temores lógicos de saber que no todos los intereses de clase de las FARC
se recogen en los Acuerdos de la Habana. Para cada inquietud, los comandantes
tratan de tener una respuesta que genere confianza y espante los miedos “para nosotros es claro que dentro de una
negociación tiene que cederse de parte y parte, si las FARC como organización
política militar que hasta ahora lo somos y que estamos aspirando a convertirnos en un movimiento político no
cedemos también, sencillamente no se firman los acuerdos… tenemos que ceder de parte y parte, en estas
negociaciones ha cedido el gobierno y le ha tocado ceder a las FARC”,
explica el Comandante Pedro: “Nos vamos a
enfrentar a una nueva realidad, en la cual no tenemos la experiencia suficiente,
pero que a través de nuestros conocimientos y nuestra adaptación y flexibilidad
que debemos tener los revolucionarios para adaptarnos a la coyunturas
que se pueden presentar entonces yo sé que no va a ser difícil para
nosotros asumir este reto mientras exista la moral revolucionaria y existan las
ganas de sacar adelante el proyecto político de las FARC como plan estratégico…”
De esta manera transcurren las horas en el nuevo día a día
de las FARC, preparándose intelectual y sicológicamente para el reto de la paz;
haciendo conciencia de que lo no logrado en la Habana, lo que tiene que ver con
las luchas y reivindicaciones sociales y económicas de las comunidades a las
cuales pertenecen y que tradicionalmente has sido olvidadas por el gobierno “serán parte de la agenda política de las
FARC una vez dejemos las armas para entrar en el debate político” en
palabras del Comandante Pedro.
Aceptando que sí, que muy seguramente habrán
muertos en su transición de combatientes a civiles, pero que no hay que pensar que
toda muerte obedecerá, necesariamente a situaciones de perturbación a la paz,
que habrá que estudiar cada caso; que por ello es importante que todos los
miembros de las FARC sepan respetar sus esquemas de seguridad, permanecer
juntos como grupo y como proyecto político, saber manejar alertas tempranas
ante posibles riesgos y, sobretodo, entender que los acuerdos quedarán como
acuerdo de nivel internacional que no sólo los sube a nivel constitucional sino
que tendrá todo el acompañamiento internacional posible en este propósito de
paz, que tal vez esto último, será lo que les garantice su seguridad y derecho
a la vida una vez hagan la dejación definitiva de sus armas.
Firmando compromisos de paz con las
comunidades del Chocó.
Una comisión de delegados de las FARC (del equipo de
negociadores que para entonces estaba en La Habana, Cuba); llegó el pasado mes de agosto hasta el
corregimiento de Vegaéz en Vigía del Fuerte para, junto con delegados del
Gobierno y de una misión internacional integrada por los países garantes del
proceso de paz y de instancias como la ONU, firmar actas de compromiso para el
cumplimiento de los acuerdos de paz con las diferentes comunidades de la Cuenca
del río Arquía, territorios donde se instalará una de las zonas de concentración
y desarme del grupo insurgente.
“Las zonas veredales de transición no son un
espacio simplemente para la dejación de las armas, es un espacio para sembrar
la semilla de la nueva sociedad que debe emerger a partir de los acuerdos de
paz” (Comandante Benkos, delegado de la Habana).
“Esta es nuestra casa,
es nuestra casa porque en ella hemos intercambiado históricamente dolores y
esperanzas, así como en el pasado nos tocó en medio de los dolores, sería un
acto de ingratitud que hoy que estamos tratando de construir el carril de la
esperanza no fuere en este lugar precisamente” Estas fueron las palabras iniciales del Comandante Benkos en la reunión de firma de dichas actas de
compromiso: “conocemos que hay muchos
temores, y no precisamente por la presencia de las FARC, el organismo de
monitoreo y verificación que para todas las partes, no exclusivamente para las
FARC, para todas las fuerzas involucradas en el área, que garantice el respeto
de los Derechos Humanos de las comunidades es un compromiso ineludible por
parte de las FARC, eso es lo que queremos dejar, primer que todo, dejar por
bien sentado”. De esta manera las FARC describen a las comunidades mismas
lo que serán las zonas de concentración y desarme que se instalarán en el país
una vez la firma del acuerdo final: “hoy
somos un equipo trabajando por un mismo propósito, llenar de contenidos la
palabra paz, llenar de contenidos ese concepto que muchos de nosotros apenas
avizoramos porque nacimos en medio de la guerra, que no significa solamente la
confrontación armada sino que además la marginación total de los derechos
económicos y sociales de las comunidades”.
Mandos del Ejército Nacional y de las FARC EP en Vegaéz.
El compromiso de las FARC con las comunidades del Chocó se
reiteraba con este acto protocolario que daba confianza a las comunidades sobre
su cumplimiento con los protocolos de los Acuerdos. Expreso que se reiteraba
este compromiso con las comunidades chocoanas porque ya, en semanas anteriores,
se había presentado una visita de una delegación de negociadores de las FARC al
municipio de Bojayá para cumplir con acciones de voluntad no menos importantes
del proceso de paz. En dicha primer visita, bajo la representación del
Comandante Pastor Alape, las FARC llegaron hasta la zona para pedir perdón a la
comunidad y especialmente a las familias de las 79 personas que murieron por la
explosión de un cilindro bomba dentro de la iglesia en el año 2002 como
consecuencia de los enfrentamientos que esta guerrilla sostuvo, durante 7 días,
con un grupo de 200 hombres del bloque paramilitar
de Élmer Cárdenas, apoyado al parecer por unidades del ejército nacional y
autoridades civiles, dejando en medio de dichos combates a cientos de
habitantes de Bojayá, los cuales sufrieron el desenlace fatal ya conocido y
rechazado por el mundo entero.
organización política no militar, es el fin del
combate y el inicio del debate, la
posibilidad de la expresión plena de las
comunidades a su participación en las
decisiones que afecten sus proyectos de
vida” (Comandante Benkos).
El Comandante Jimmy
De acento pausado, siempre mira fijo a su interlocutor
mientras habla. Cuando le toca el turno de la palabra parece esmerarse por
tener las palabras precisas para ser lo suficientemente concreto. A pesar de su
rango en las FARC no deja de ser muy respetuoso, yo diría que humilde al dirigirse
al otro, muy propio del campesino que sigue siendo a pesar de sus más de 30 años
en la guerrilla. A las seis de la mañana
de nuestro segundo día de encuentro, cuando me pongo en pie lo encuentro
afanado buscando una olla para poner tinto en un viejo fogón de gas, preocupado
por atender bien a la “visita”.
Tiene una agenda apretada para el día. Hace tiempo no bajaba
por el lugar y tiene que encontrarse no sólo con algunos milicianos a los que
viene recogiendo por las instrucciones mismas del proceso de paz, sino que
también con algunas personas de la comunidad que acuden a él para informarle de
sus problemas, de sus proyectos organizativos y también para consultarle por los
alcances de los acuerdos en la Habana.
Con entusiasmo habla de los Comités de paz que hay que crear
en las comunidades. De las condiciones que deben procurar los proyectos
organizativos comunitarios para enfrentar el post conflicto y de la necesidad
que hay de hacer pedagogía de paz, de manera permanente en cada actividad que
se emprenda en comunidad.
Ingresó a la guerrilla desde los 14 años. Es el tercer
comandante al mando del Frente 34, me habla de su historia en las FARC; sin ningún
asomo de frustración, de rencor o ira por la suerte que le tocó después de que
empezó a sentir la muerte respirado en la nuca, todo por militar en un partido
político, por ser un activista de las Juventudes Comunistas en Urabá: “En esos tiempos que mataron los primeros
dirigentes de la JUCO ahí en Mutatá, Alonso Matías, y otro muchacho que lo
mataron en la casa. Ahí fue cuando yo decidí venirme para las FARC…”.
Los afectos y sus relaciones de familia se materializan
sobre todo en el cariño con el que recuerda a su abuelo, aún vivo y con quien,
cada que las condiciones lo permiten, se ve para intercambiar opiniones
políticas o simplemente para pedirle un consentimiento, una opinión, un
consejo: “Ese
cucho de memoria histórica tiene mucho que contar, fue compañero de estos
dirigentes del Partido, de la Unión Patriótica en Urabá… Fue de los primeros
que se enteró de mi decisión de venirme para la Organización… Eso me dio una
charla como de cuatro horas… yo le había dicho como a las 8 de la noche, y le
dije en el pueblo, entonces me dijo, camine vámonos para la casa. Llegamos a la
casa como a las 10 de la noche y ahí empezó a darme la charla… No, pues
hablándome como eras las FARC; porque el sabía de la disciplina, de cómo eran
las cosas, me decía “la decisión que usted va a tomar para mí es la correcta,
pero piénselo bien”, me decía las cosas allá son así, así y así, en ese tiempo
él conocía como eran las normas y los reglamentos, “sí esa es su decisión yo lo
apoyo”. Yo ya tenía todo, yo había
hablado con Erika, Erika fue la que me dio el ingreso, en esa época le daban a
uno una lista, lo que me dieron que tenía que conseguir: desde el cepillo, el
jabón, en ese tiempo uno tenía que conseguir todo, la tela para la carpa, el
plástico, la tela para el maletín… yo ya tenía la listica y le dije: Cucho pero
me falta conseguir esto… él mismo nos trajo a la guerrilla, nosotros éramos
dos, yo un tío mío, a él lo mataron después, como en… en el 90… nosotros llegamos muy jóvenes aquí a las FARC…”
Luego de un receso en nuestra primera charla, ya caída la
noche nos encontramos de nuevo, entonces hablamos de historia, de los
antecedentes de este proceso, de los frustrados diálogos con Belisario
Betancourt, de la creación y luego del exterminio de la Unión Patriótica; de
los muertos que se habría ahorrado este país si esos diálogos se hubieran dado.
De cómo las nuevas generaciones no saben que el origen de la elección popular alcaldes
nace de esos diálogos de 1986, como una condición de las FARC, al entonces
presidente Betancourt para que diera muestras reales de la voluntad de que su gobierno
iba a permitir la participación política de nuevos actores, una participación
democrática y descentraliza que se saliera del marco del Frente Nacional
Liberal-Conservador.
También hay tiempo para hacer reflexiones sobre los miedos que
con este proceso enfrentan, tanto la guerrillerada como las comunidades mismas.
Saben que se irán a zonas campamentarias, que en algún momento después del
desarme volverán a los territorios en calidad de civiles, como excombatientes. No
saben cuáles serán las condiciones para ese regreso, si el gobierno se
compromete a combatir los paramilitares, si ellos podrán regresar a hacer
política sin riesgo a que se repita la historia de la Unión Patriótica “nosotros pensamos que será necesario un
gobierno de convergencia, en el 2018 las FARC le apostará a eso, necesitamos
alianzas con gente de derecha progresista, que ayude a mantener este proceso,
con gente de centro, con las diferentes tendencias de izquierda, llevar a la
presidencia alguien que nos permita también construir nuestro proyecto político
en los territorios, con las
comunidades, desde las bases”, lo dijo con seguridad, con el convencimiento
de que esa es la línea política que debían definir las FARC y así resultó ser:
las declaraciones de la Décima Conferencia de las FARC le dan la razón al
hablar de un proceso político de convergencia. Muy seguramente en el pleno de
las FARC, defendió esta posición, a su entender el proyecto político deberá concentrarse
en reconstruir los afectos y la reconciliación desde los territorios, sin
descuidar la política del nivel nacional, como una manera de visibilizar y
fortalecer los nuevos liderazgos políticos y sociales desde lo local, desde lo
veredal; como una manera de devolverle a las comunidades la esperanza, de
ayudar a cicatrizar las heridas de la guerra.
Próxima entrega (3ª. parte):
La dura historia de Erly, el novio de
Mariana en la guerrilla. Y, “En mi casa también todos votan por el sí, si mi
mujer no vota por el sí se va de la casa, pues es que no me quiere, acaso quien
es sino este pecho el que sale todas las madrugadas a rebuscarse la comida
aguantando retenes y peligros por la violencia…”
https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com/2016/12/los-ultimos-pasos-de-las-farc-como.html
Erly, joven guerrillero de base: vida de avatares y violencias que lo arrojaron al campo de la guerra
DE COMANDANTE A MILITANTE: FABIÁN RAMÍREZ, SEMBLANZA INCONCLUSA DE UN SOÑADOR DE LA PAZ EN COLOMBIA. Nueva entrega de la serie de reportajes y crónicas sobre “los últimos pasos de las FARC como grupo armado en la región de Urabá”.https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com.co/search?updated-max=2017-08-05T17:38:00-07:00&max-results=7&start=21&by-date=false
YO ESTUVE EN UNA ZONA DE PRE AGRUPAMIENTO DE LAS FARC EP, EL DÍA DE LA MUERTE DE FIDEL CASTRO. https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com.co/search?updated-max=2016-12-23T10:11:00-08:00&max-results=7&start=27&by-date=false
UNA CRÓNICA DE ANTES DEL SÍ Y DEL NO
https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com/2016/12/una-cronica-de-antes-del-si-y-del-no.html
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