domingo, 13 de mayo de 2018

Elecciones 2018, Duque y Vargas Lleras ¿Hay con quién? -cuarta entrega-

Opinión 

Elecciones 2018 ¿Hay con quién? - Cuarta entrega.


IVAN DUQUE 

Representante directo de la oligarquía de derecha corrupta y criminal que nos ha condenado a la miseria y la violencia por más de 200 años. 

Rodeado de lo más nauseabundo de las élites y las mafias políticas colombianas (Pastrana, Gaviria, Uribe, etc.); y de verdaderos clanes parapoliticocriminales en las regiones, Duque busca llegar a la presidencia, sobretodo, para blindar a su patrón Alvaro Uribe Vélez (el que ha puesto la chequera para llevarlo a la Casa de Nariño), de la justicia nacional e internacional por su legado asesino y genocida.



Por: Luis Carlos Pulgarín Ceballos.






IVÁN DUQUE MÁRQUEZ, nieto de Hernando Márquez Arbeláez, quien fuera vice ministro de Minas en el periodo presidencial de Misael Pastrana Borrero a quien se le señala de haber llegado a la presidencia gracias a un fraude electoral; e hijo de Iván Duque Escobar, ex gobernador de Antioquia quien en su periodo de gobierno regional (1982) acusó a Álvaro Uribe Vélez por sus relaciones con el narcotráfico. (ver: https://voces.com.co/padre-de-ivan-duque-habria-acusado-a-uribe-de-entregar-licencias-a-narcotraficantes/),

El padre de Iván Duque fue posteriormente ministro de Minas de Belisario Betancur, en este cargo, al padre del hoy candidato, se le acusa de negligencia ante las alertas tempranas que habrían podido disminuir el desastre de la avalancha que sepultó al municipio de Armero, Tolima, luego de una erupción del volcán del nevado del Ruiz,  donde murieran más de 25 mil personas, de las cuales su símbolo mundial es Omaira Sánchez una niña de tan sólo 13 años que muriera ante los ojos del mundo ante la imposibilidad de ser sacada del lugar donde quedara atrapada por el lodo y la ceniza del volcán).



En todo caso por los pecados del padre no se puede juzgar al hijo, estos comentarios de entrada sólo nos sirven para ilustrar los antecedentes políticos de la familia del candidato Duque, un candidato que no figuraba de manera protagónica en el panorama nacional -aunque ya había pasado por varios cargos importantes, incluso desempañándose como Senador dela República de la mano de su mentor Álvaro Uribe Vélez-. Y es aquí precisamente donde empezamos el análisis de la peligrosidad del candidato para la democracia y la justicia del país.

Duque,  en sí mismo no es un peligro para el país, el peligro lo representan quienes son la sombra detrás del poder que ha ido adquiriendo durante su campaña. Una jauría de políticos regionales y nacionales que tienen a sus espaldas las más profundas sospechas de criminalidad histórica en Colombia, empezando por su principal promotor el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien a su vez es seguido por un círculo de personajes de la misma rancia oligarquía de derecha criminal: Carlos Holmes Trujillo, oligarquía goda del Valle; Paloma Valencia, la heredera de la saga familiar de los Valencia del Cauca; Los ganaderos pro paramilitares de FEDEGAN comandados por Felix Lafourie y su mujer María Fernanda  Cabal;  el primo y asesor de Pablo Escobar, José Obdulio; el empresariado financiador del paramilitarismo, amén de decenas de parapolíticos regionales como el grupo político de la tenebrosa Enilce López “La Gata”, quién se habría unido ya a la campaña de Duque. Recordemos que "la Gata" está condenada hoy por crímenes comprobados desde el paramilitarismo.


Foto: Búsqueda en Google.



A la campaña de Duque también han llegado, con total aceptación del candidato,  personajes como Olegario Otero, ganadero denunciado por financiar grupos paramilitares  en San Marcos y Sucre en 1995, “se le imputa el hecho de entregar “R-15 y munición que le daba el batallón de infantería””. Olegario aparece en relatos de confesos paramilitares como auxiliador de Autodefensas, al igual que el presidente de Fedegán (Felix Lafourie)  y otros que fueron los que supuestamente promovían los sicarios en la zona. En una finca de Olegario se reunía también Mario Uribe, primo de Álvaro Uribe, quien se reunia con reconocidos paramilitares al mando de Eder Pedraza para conseguir de manera ilegal bienes en el país (Ver completo en: https://voces.com.co/ganadero-denunciado-por-financiar-armas-de-las-auc-brindo-su-apoyo-a-uribe-y-duque/)

Otro aliado importante de Duque es Odín Sánchez, conservador chocoano, condenado por parapolítica. Igualmente,  encontramos las siguientes casas políticas pertenecientes a políticos“(cuestionados (y aceptados) de la campaña de Duque)  Son las estructuras políticas que, más allá de la cara visible del grupo que hace el acuerdo con Duque, pertenecen a Vicente Blel Saad, William Montes Medina, José Antonio Gómez Hermida, Juan Cárdenas Chávez y Luis Humberto Gómez Gallo (que murió, pero dejó la casa del “gomezgallismo” en Tolima).   (Ver en http://lasillavacia.com/los-apoyos-cuestionados-y-aceptados-de-duque-65921 ).

De otro lado, la llegada a la campaña del candidato Duque, de sectores retrógrados del conservatismo y del cristianismo, entre ellos el ilegal ex procurador Ordoñez y la ex Fiscal Viviane Morales, esposa del ex guerrillero del M-19 y asesor de paramilitares, Carlos Lucio; pone en riesgo la estabilidad de los avances progresistas de la Constitución Nacional del 91 en lo que a libertades individuales se refiere. Todos conocemos bien la posición de estos dos obscuros personajes ante el desarrollo de los derechos de las poblaciones diversas, su extrema confusión con el tema de la ideología de género, su posición aberrante contra los avances legislativos y  jurisprudenciales que en el país se han tenido en torno al aborto dirigido, las relaciones de personas LGBT, la eutanasia, entre otros desarrollos liberales del mundo contemporáneo. Con Ordoñez, de quien se dice aspiraría  a la Fiscalía con la bendición de Duque en pago por los favores recibidos en campaña, peligra la seguridad jurídica del país, a la cual ya Uribe Vélez y el miso Duque han amenazado con cerrar en una sola Corte de fácil manipulación política, en pro de la criminalidad narcoparamilitar, toda vez que arriesgarían cientos de procesos judiciales contra estructuras criminales que vinculan  a las viejas castas políticas y económicas del país, incluyendo a Uribe Vélez y su familia. (Ver: http://caracol.com.co/emisora/2018/02/06/medellin/1517952588_502718.html )


Por más que se pinte canas, lo maquillen a  lo Álvaro Uribe; lo pongan a hablar en tono pausado y bajito, para que se parezca a su titiritero, Duque no deja de ser eso: maquillaje. El maquillaje con el cual se quiere engañar a la ciudadanía colombiana haciéndole creer que este candidato es la superación de la nauseabunda casta política a la que pertenecen sus padrinos políticos. Duque  no es el representante de una nueva generación política colombiana. Es más, su mensaje de marketing es contradictorio: por un lado se reclama como el representante de una nueva generación política, pero por otro se maquilla para parecerse más a la vieja y corrupta dinastía política que representa, los dinosaurios godos y de derecha que hieden más a podrido que a verdadera patria, aunque esta palabra aparece en el diccionario permanente de su titiritero y ventrílocuo mayor, el nefasto Uribe Vélez (el presidente determinador de más de 10 mil falsos positivos en su periodo de gobierno de 2002 a 2010) (Ver en: https://www.eldiario.es/theguardian/Ejercito-colombiano-civiles-falsos-positivos_0_769573313.html )

Con Duque peligra pues, como lo mencionamos anteriormente, el establecimiento de Justicia, ya lo ha anunciado: una sola Corte, a petición de su jefe Uribe quien necesita seguir blindando sus crímenes, sobretodo, desaparecer la Corte Suprema de Justicia que lo investiga ahora por dos masacres y varios crímenes de lesa humanidad. Con Duque volverán a aumentar los falsos positivos, que aún permanecen como política de Estado; las Chuzadas a la oposición y los defensores de Derechos Humanos; censura y persecución a la prensa (ya desde el Centro Democrático -su partido- se ha amenazado con hacerlo: son permanentes los señalamientos temerarios contra Noticias Uno, Daniel Coronell, Yohir Akerman, entre otros periodistas). 

Con Duque reinará la criminalidad a alto nivel y continuará el desangre de la corrupción. Duque no es el futuro, Duque es el pasado, pero sobre todo: Duque es la imagen viva de un país viable para cuatro o cinco familias ricas y criminales de Colombia, pero por encima de todo: inviable para las mayorías, millones de colombianos seguirán profundizando su miseria, condenados a morir de hambre, desnutrición, desempleo, falta de salud, mala política pensional y sobretodo, condenados a morir a boca de fusil por la política neo paramilitar de las mafias que rodean a su jefe político Álvaro Uribe Vélez.


Por último, no olviden que Duque favorecerá a quiénes han  amenazado con hacer “trizas el acuerdo de Paz con las FARC”, el séquito criminal uribista del Centro Democrático que durante siglos ha vivido de la guerra y el desangre de millones de colombianos. Duque además favorecerá la impunidad de carteles como los corruptos carteles de Odebrecht y de la Toga, amén de otros carteles que se han ido posicionando en su campaña. Y peor aún: Con Duque, muy posiblemente volverá a violarse la Constitución  Nacional para modificar nuevamente algún "articulito" que le permita a Uribe Vélez regresar a un nuevo periodo presidencial para seguir reinando bajo el manto de la impunidad y el crimen.



https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com.co/2016/09/hilando-fino-por-que-el-no-de-uribe.html

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