lunes, 26 de noviembre de 2018

Se crea Homenaje BANDO DE HONOR Y DE MEMORIA a lideresas sociales, víctimas y defensoras de Derechos Humanos.

Se crea Homenaje BANDO DE HONOR Y DE MEMORIA a lideresas sociales, víctimas y defensoras de Derechos Humanos.

Por: Luis Carlos Pulgarín Ceballos

A instancias de varias organizaciones sociales, artísticas, culturales y de Derechos Humanos se crea el homenaje Bando de Honor y de la Memoria, con el cual se pretende visibilizar la situación de miles de mujeres que por su trabajo en pro de la paz del país, viven en permanente riesgo. En los últimos años, desde 2016, casi 500 líderes sociales han sido asesinados, de este número casi un centenar corresponde a doloroso asesinato de mujeres, sin que el gobierno colombiano tome medidas preventivas efectivas para detener el desangre, por el contrario, altos dignatarios del mismo gobierno se han encargado de tratar de ocultar la realidad  desestimando los crímenes. De otro lado, hay un alto número mujeres que pese a las persecuciones, atentados y permanentes  amenazas han sobrevivido al terrorismo de Estado, sin desfallecer en su lucha de denuncia y compromiso con la defensa de los Derecho Humanos. Para estas sobrevivientes y en memoria de las eternas heroínas desaparecidas y asesinadas durante los últimos años se ha creado este homenaje. 

De esta manera, la noche del 24 de noviembre (a unas horas del día Internacional de la NO violencia contra la mujer), después de función de la obra de teatro de memoria histórica "Ofelia se ahoga en sus penas (en esta guerra todos hemos puesto muertos)"; se dio lectura al BANDO DE HONOR Y DE LA MEMORIA, en homenaje a lideresas, víctimas y defensoras de Derechos Humanos y en memoria de las más de 100 mujeres asesinadas en Colombia, durante los últimos años por su compromiso social, comunitario y con la vida. En dicho evento se anunciaron las 6 valerosas mujeres convocadas para este primer año de homenaje. A ellas, un grupo artistas, corporaciones sociales y culturales, les estarán entregando su merecido reconocimiento el día 10 de diciembre (Día de los Derechos Humanos). Ellas son: Gloria Cuartas Montoya, Martha Delgado, Virgelina Chará, Luz Marina Bernal, María Sanabria y Soyaya Gutiérrez (ver perfil de cada una de ellas en la foto anexa).


Entre las organizaciones que otorgan dicho homenaje se encuentran: 

DeRacaMandaca Taller Creativo,
Canal 3 sistema en línea, periodismo alternativo,
Coopserviandina
Corporación Yurupari
DESCOLPAZ -Corporación para la defensa y promoción de los DDHH-
Corporación Jurídica alternativa Ciudadana - CorpoJurídica A.C.
Dantexco teatro
Asociación Kávala teatro 
Corporación artística Claudicantes
cooperart

A propósito del mierdero que causa un poema lleno de ingenua mierda...


De Luis Carlos Pulgarín Ceballos para el taller de escritores Urabá Escribe.


Imagen tomada de página web de Blu Radio

Tendencioso, tramposo, mentiroso y falto a la verdad el titular de BLU RADIO, creo que en el poema nunca se menciona a Duque, hay muchos presidentes (claro que "al que le caiga el guante..."). A Albeiro le faltó mandar "a su mierda" también a los grandes medios de comunicación o desinformación por el triste e incierto servicio que le prestan al país.

En un país donde, en menos de dos años matan 500 líderes sociales en la más completa impunidad y nadie se escandaliza (ni gobernantes, ni grandes empresarios, ni grandes medios "de comunicación" que pertenecen a estos gobernantes y empresarios), ahora cientos de personas y la prensa tipo "W" Julio Sanchez Cristo y su equipo que se la dan de doble moralistas; alguien usa la palabra mierda y se arma el mierdero, es decir, se rasgan las vestiduras como si ello representara el crimen más horrendo del siglo. 

El arte no puede, no debe ser censurado. La palabra Mierda no está censurada en el lenguaje humano, menos en la literatura (Gabriel García Márquez la hizo grande en su libro El Coronel no tiene quien le escriba; Gonzalo Arango la lanzó a la historia universal literaria en uno de sus poemas en los años 60s). 


Albeiro Flórez Villa puede que no sea Fernando Vallejo que cada que habla escupe mierda para el sarzo (de hecho no lo es ni lo llegará a ser por su formalismo y demasiada neutralidad en una región donde ser neutral fue sospechoso en los años 90s, donde muchos artistas se acomodaron en silencio para que no los tocara el embate del criminal paramilitarismo), pero tiene derecho a su libertad de expresión. 


De otro lado, los periodistas de la W y de Blu, insinúan que los "mierdazos" del poema son para "PorkyPresidente" Duque, el cuestionado y sospechoso Luis Pérez y el alcalde de Apartadó, a este respecto creo que en el poema nunca se menciona a Duque (Presidentes hay muchos), No menciona a Luis Pérez (hay muchos gobernadores), tampoco menciona al alcalde Arteaga (alcaldes hay muchos)... A Albeiro le faltó un verso donde mandara a comer mierda también a los periodistas, los tantos periodistas prepagos que igualmente han parapetado desde sus medios "el edificio" de la corrupción y el crimen. 


Y señor secretario de educación de Apartadó, el poema ya no es un cuadrito decorativo, el poema no tiene camisa de fuerza, el arte debe romper las estructuras formalistas, doble moralistas y maquilladas conque nos han sometido por siglos; el poema debe causar prurito, debe hacer temblar las raíces de una sociedad en crisis ética, donde se odia más a las víctimas que a los victimarios por las falacias de los grandes medios de comunicación y la corrupta cultura de sus élites gubernamentales. 


Paso en falso de Albeiro, al defenderse, al calificar de malo su poema (el poema simple es, quién puede decir qué es malo o bueno hoy día, el arte no aguanta ser sometido a la parcialidad moralista). Paso en falso también eso de pedir disculpas "a la columna de este país" mostrándose servil ante un edificio gubernamental corroído por el crimen; de arrepentidos está lleno el cielo... sólo que en el materialismo filosófico, el cielo no existe, y eso bien lo debe saber el escritor, profesor y filósofo Albeiro Flórez Villa


Ah, que se lo leyó a sus estudiantes... como si los estudiantes, jóvenes de hoy fueran de oídos castos, cuántas "gonorreas" y "maricas" no se les escucha en un minuto de su lenguaje cotidiano, cuántos aquí lo tengo, duro mamita, para que te lo metas, O "a ella le gusta que len duro y se la coman y es que yo quiero la combi completa ¡qué! chocha, culo y teta" silabean al estilo Dadee Yamkee estos mismos jóvenes pegados hoy día al pésimo reggaeton; cuántos "mierdazos" no reciben en sus propias casas... no seamos hipócritas y punto. 

P.D. Si Albeiro sabe aprovechar este cuarto de inusual fama, podrá convertirse en un best seller, ya hay muchos lectores curiosos que me preguntan por el escritor de esa tierra que tanto extraño. 

lunes, 12 de noviembre de 2018

Sistema Penal Integral para menores de edad

Opinión
Sistema Penal Integral para menores de edad

Por: Luis Carlos Pulgarín Ceballos
Foto: Luis Carlos Pulgarín Ceballos (Archivo personal)

El aumento de hechos delictivos en donde intervienen jóvenes y adolescentes; los hechos violentos que cada día suceden en los llamados Centros de Rehabilitación o Recepción de Menores, protagonizados por los mismos menores infractores en su etapa de supuesta “reclusión”; así como la reincidencia en acciones delictivas por parte de estos menores después de obtener carta de libertad, está indicando que el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), creado a instancias del Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006) como sistema de investigación, procedimiento y sanción a hechos punibles cometidos por menores de edad, está desbordado, es obsoleto y necesita cambios urgentes.
Se precisa de un Sistema Penal Integral que sancione con más severidad, que genere ejemplo y desmotive a nuevos menores ante la posibilidad de delinquir. Pero, en todo caso, un Sistema Penal Integral que al mismo tiempo que castiga prevenga el ilícito ofreciendo oportunidades sociales a los niños y adolescentes, pues los contextos en que habitan la mayoría de los menores que comenten actos delictivos están minados de la violencia que representan la desigualdad social, las necesidades insatisfechas y la desidia de unos gobiernos que incumplen los mínimos constitucionales básicos para garantizar derechos de dignidad a su población. Ante la falta de un proyecto de vida claro, miles de niños y adolescentes enfrentan el no futuro y caen en la trampa suicida del delito como única manera de supervivencia.

Los menores y su presunta incapacidad  física, psicológica, intelectual y jurídica    
 
Foto: Luis Carlos Pulgarín Ceballos

El SRPA es un sistema diferenciado del procedimiento del Código Penal aplicado para adultos, bajo el supuesto de que un menor de edad que delinque no es intelectual y psicológicamente capaz, es decir algo así como que no es totalmente consciente de los actos que comete puesto que al no estar en su mayoría de edad (los 18), no está aún en situación de idoneidad para ejercer personalmente el cumplimiento de sus obligaciones, incluso el goce de sus derechos jurídicos. Dicho de otra manera, la capacidad es el logro de la madurez física, psíquica e intelectual del individuo que le permite actos a voluntad plena, y esta capacidad en Colombia (como en la mayoría de los países del mundo); sólo la alcanza la persona al cumplir los 18 años. Con esta premisa se considera la necesidad de aplicar un procedimiento sancionatorio diferenciado al que se aplica a los delincuentes adultos, que le dé mayores oportunidades y que sea, de alguna manera, más blando que el sistema aplicado a los mayores de 18 (aunque contradictoriamente el mismo Código de Infancia y Adolescencia remite a las autoridades encargadas de administración de justicia para menores al Código de Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004, que se aplica al adulto, como referente para la consideración de la pena).
El presente año de 2018, nació a la vida jurídica La Ley 1885 de 2018 que,  complementando la Ley 1622 de 2013 o Estatuto de Ciudadanía Juvenil, establece los parámetros fundamentales de creación de un sistema político electoral para los jóvenes (consejos territoriales y Nacional de juventudes); desde dicha Ley se promueven entonces nuevos escenarios y mecanismos de participación de un sector poblacional que según la Ley 1622 están entre los rangos de edad de 14 a 28 años; es decir, se incluyen menores de edad entre los 14 y los 18 años. En este sentido, al dar potestad a los adolescentes (de 14 a 18), para elegir y ser elegidos en dicho sistema de participación, se está planteando una nueva interpretación al concepto de “capacidad” en el menor de edad. Dicha potestad lo deja en situación de plena capacidad, ni siquiera de relativa capacidad; pues las responsabilidades políticas asumidas tanto para quienes se eligen como para quienes eligen sus representantes en dichos Consejos Juveniles no son de poca monta jurídica, ni son un juego para aprender a hacer política pública, son un juego serio que deja en manos de los adolescentes y jóvenes elegidos el destino de la política pública juvenil del país en los planes de desarrollo nacional y territorial.
En el anterior sentido, creo que la criminalidad en menores de edad tampoco es un juego para que niños y adolescentes accedan a una experiencia pedagógica de rehabilitación mal administrada como lo ha venido haciendo el ICBF que es el mayor responsable de la administración de los procesos de dicha “reclusión pedagógica”, donde al parecer se siembra la mata del fracaso en las políticas del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes.
Ahora bien, si esta Ley de participación da el entendido de plenas capacidades a los jóvenes; y como otras normas les dan relativa capacidad, por ejemplo para la libre determinación del menor de edad en actos de matrimonio, consentimiento sexual, entre otros; por qué no entrar a debatir jurídicamente el tema de la plena capacidad del adolescente en actos criminales, no de mera infracción a la Ley como lo dan a entender algunos doctrinantes de la infancia y la adolescencia, al parecer para disminuir la responsabilidad delictiva del menor. El hurto, las lesiones personales y el homicidio que son los actos criminales con los cuales más se relacionan los niños y adolescentes no son ligeras infracciones a la Ley, y como tal hay que entender el procedimiento de juzgamiento. No son estos delitos hechos que ameriten una mera amonestación pedagógica, con unas asesorías medianas de psicólogos del ICBF durante un corto tiempo en un Centro de Rehabilitación para adolescentes entre 14 y 18 o con medidas excarcelables para menores de 14.

No sólo sanción carcelaria, tampoco mera atención psicológica.
                                                                                                                          La sanción penal para menores, si bien debe considerar medidas más duras que las actuales, como estoy dándolo a entender en líneas anteriores, debería contemplar varios elementos: la permanencia de la idea de la acción reparativa y de conciliación con la víctima; la idea de la justicia restaurativa para con la sociedad, sin omitir las consecuencias de justicia retributiva, además de incluir unas medidas de equidad social que son la responsabilidad del Estado. Me explico: incluso desde los 12 años, el menor que delinque debe vivir un proceso sancionatorio que incluya: su enfrentamiento con las víctimas, su acto de reparación a las mismas, así como actos de reparación a la sociedad que pueden ser tareas asumidas desde Centros Especiales de Reclusión para Menores desde donde realicen trabajos de tipo social; al mismo tiempo, el Estado deberá crear las condicionas de dignidad, equidad social y rehabilitación de los entornos sociales donde se habrá de recibir al menor, una vez cumpla su sanción en espera de darle las garantías de no reincidencia, es decir, los actos de No Repetición no sólo dependen de la rehabilitación del menor infractor, sino que también de la rehabilitación de sus entornos sociales, en la medida en que el Estado garantice la superación de las necesidades de su ciudadanía se avanzará en la armonía social y se prevendrá, en consecuencia, gran parte de la acción delictiva de los menores, muchas veces desarrollada a instancias de las malas condiciones sociales y económicas de sus entornos. Entonces: sanciones más severas para los menores, sí, pero al mismo tiempo un Estado menos corrupto y más certero en sus compromisos de generar políticas públicas de equidad social que garantice proyectos de vida sanos y seguros a su infancia y adolescencia, alejándola de la idea del delito como un acto de supervivencia en un mundo donde cunde el mal ejemplo desde sus mismo gobernantes.
He dicho.