viernes, 1 de julio de 2022

La Verdadera Franja Amarilla ¿Ospina vs. Ospina?

 Por Luis Carlos Pulgarín Ceballos

(Escritor y periodista)


(Nota de entrada: Este artículo lo escribí en respuesta a una columna de William Ospina, publicada en El Espectador; como era de esperarse nunca fue publicado en dicho medio, donde como todo medio de derecha, tal vez, no tiene cupo una crítica a uno de sus columnistas funcionales al régimen político que defienden, no olvidemos a qué grupo económico pertenece este medio)

 

Jóvenes de Primera Línea, indígenas, afros y campesinos excluidos de un sistema económico desigual (los nadies), son la verdadera Franja Amarilla de hoy, ellos ayudaron a elegir El Cambio propuesto por el Pacto Histórico, mientras el autor del ensayo original (un desdibujado William Ospina) se inclinó por militar en la franja del continuismo hegemónico bipartidista liderado desde la sombra por un uribismo desesperado ante la posibilidad de perder el poder ante Gustavo Petro.

 

El por muchos ahora desconocido ensayista William Ospina, a quien por ejemplo yo no reseñaré más como un autor coherente en mis cátedras universitarias, pretende hacer creer que la Franja Amarilla por él convocada en su ensayo del mismo nombre cerró filas en torno al polémico anti excandidato presidencial Rodolfo Hernández a quién él (Ospina) acompañó en espera de participar de la burocracia “rodolfista” desde un prometido ministerio que fusionaría la cultura y el medio ambiente.

Luego del triunfo del Pacto Histórico el pasado 19 de junio, Ospina se atreve a afirmar que “su Franja Amarilla” queda a la espera de una nueva oportunidad con un acumulado de más de 10 millones de votos logrados por su candidato Hernández (ver su columna en El Espectador, 26 de junio de 2022). Falacia de falacias de un ensayista que parece no leerse a sí mismo y por eso ha terminado votando por el uribismo, una de las expresiones políticas más nefastas de las últimas décadas en la historia de toda la hegemonía bipartidista colombiana (votó por Zuluaga en 2014, y probablemente por Duque en 2018).

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La guerra y la impunidad han sido la estrategia del dominio a través de la historia de Colombia; tal parece que para Ospina, si se acaba la guerra y la impunidad en el país se le agota la materia prima para seguir estructurando ensayos, tal vez por esto votó en 2014 (y tal vez en 2018, como ahora en 2022) contra el gobierno de la Paz y se alineó con el voto de los guerreristas del Centro Democrático cuya propuesta era entonces hacer trizas dicha Paz.


Para desencantar a Ospina hay que aclararle el origen de los votos de su 

candidato, lo cual él, en su ciega obstinación contra El Cambio, parece no comprender aunque en el pasado ha demostrado una gran capacidad intelectual para interpretar contextos políticos; eso es pues lo que nos ha querido demostrar con más de una decena de ensayos que ha escrito y publicado, aunque muchos de ellos parecen repetirse o ser una extensión perpetua de su Franja Amarilla. Los votos del imputado -por corrupción- Rodolfo Hernández, el mismo que dice que empobrecer más a los pobres es una delicia, el candidato de Ospina, no tienen una unidad de criterio político como lo quiere hacer ver el mismo Ospina; no son el voto de apoyo homogéneo de 10 millones de electores a una propuesta presidencial que represente el sueño de la llegada al poder de quienes quieren que el gobierno de azules y rojos se termine. Podemos identificar sin duda alguna variables electorales en estos 10 millones de votos y de esta manera comprender que los electores de Rodolfo Hernández realmente no votaron por él o porque hayan encontrado coherencia en sus propuestas, sino que fue un voto contra Gustavo Petro; un voto de un sector de colombianos y colombianas que han forjado su criterio electoral desde la desinformación y el odio, y en muchos casos, al parecer como el del mismo Ospina, desde el oportunismo solapado de quienes buscan un candidato que les pueda permitir acomodarse en la burocracia y hasta hacer “negocios” para seguir empobreciendo pobres a la manera del candidato.

Es claro que casi 5 millones de los votos de Hernández fueron los votos que puso, desde la sombra, el uribismo; los votos que sin tomarse la foto de frente con el polémico candidato puso Uribe con su gran capacidad para maniobrar políticamente, incluso después de que sus candidatos propios fueron derrotados. Es decir, 5 millones de votos de la derecha extrema, violenta y criminal que tanto ha mortificado en sus ensayos a Ospina, pero con la cual parece tranzar para justificar su fallido apoyo a Rodolfo Hernández. A esos 5 millones súmele otra cantidad de votos de ciudadanos ingenuos y sin mayor nivel de lectura y conocimiento de la historia, formados desde los discursos de manipulación de los medios de comunicación industrial y no desde los libros del mismo William Ospina a quien en su mayoría desconocen, millones de electores que votaron por el miedo a que supuestamente Colombia se convertiría en otra Venezuela, si se elegía a Petro; como si Colombia no estuviera peor que el vecino país. Y claro, habrán votos de afecto por Hernández: empresarios, contratistas, lagartos que habrán sido beneficiados por contratos en sus tiempos de concejal y alcalde, y demás negocios que como constructor de vivienda ha realizado para amasar la fortuna que hoy tiene (fortuna construida sobre esa delicia de amarrar a los pobres a 15 y más años a pagar altos intereses por una deuda).

Si los anteriores votos son el acumulado de “la Franja Amarilla” según Ospina, entonces ¿cuál es la ciudadanía alternativa que el convocaba en su ensayo de hace dos décadas? Habría que pedirle a Ospina que relea a Ospina para que recupere la lucidez de sus tesis originarias, o para que redacte otro ensayo y nos ayude a comprender lo que ahora nos confunde (pero sin falacias en todo caso).

Para un lector inteligente de nuestros contextos históricos, sin duda alguna, la Franja Amarilla, la ciudadanía alternativa que ésta supone, es aquella que ha estado relegada de toda garantía de dignidad humana, a quienes sus derechos se le han  negado históricamente, quienes han sido torturados con el dominio de unas élites excluyentes, clasistas y hasta criminales. Esta franja son precisamente esos “nadies” de los cuales nos habla y reivindica nuestra vice presidenta Francia Márquez a partir del concepto sociológico de Eduardo Galeano; esa Franja inmensa constituida por los sectores populares que no sólo han sido limitados violentamente para ejercer poder y gobierno, sino que han sido torturados con la exclusión, el hambre y la injusticia: los pueblos indígenas, las comunidades afros, millones de campesinos abandonados, millones de víctimas del despojo, millones de desplazados por la guerra, y una cada vez más visible franja juvenil de Primera Línea que se empodera no sólo para reclamar derechos sino que también para relevar los vetustos gobernantes del hegemónico y criminal bipartidismo colombiano, es decir, los “nadies”, esa gran franja que es en verdad la Franja Amarilla, la nueva y real Franja Amarilla (no la de Ospina), que se constituyó como la gran electora del Pacto Histórico.


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LUIS CARLOS PULGARÍN CEBALLOS

Nombrado Embajador del idioma español, por La Fundación César Egido Serrano y el Museo de la Palabra en sesión plenaria, Madrid, España, febrero de 2018.

Comunicador Social (egresado UNAD); Abogado (egresado IUC). Periodista y escritor de oficio.  Diplomado en: Acción y Paz (ESAP); Justicia Transicional (IUC); Gerencia Cultural (Fundación Universitaria JFKennedy), y Liderazgo Social y Político (U. Autónoma de Colombia). Estudios de Conciliación en Equidad (Min Interior Colombia);  Resolución Pacífica de Conflictos (Robert Fisher de la U, de Harvard); Dramaturgia Cinematográfica (U. Latina de Panamá); entre otros estudios de Derechos Humanos, periodismo radial, teatro, literatura, libretos para cine y televisión.

Premio Nacional de Dramaturgia Para Niños 2001. Premio Nacional “Poesía Capital”, Casa de Poesía Silva, 2005. Beca IDCT Creación en Teatro 2002. Premio (compartido) en concurso nacional de proyectos para televisión “No se le arrugue” de Producciones PUNCH, año 2000. Creativo y Libretista programa Planeta Niños, nominado por el periódico El Tiempo, como mejor programa infantil, de la televisión colombiana en 2004. Segundo Lugar III Concurso de Cuento Eutiquio Leal – U. Autónoma de Colombia y Taller de Escritores Gabriel García Márquez, Bogotá 2012. Ganador del Concurso Tertulias a la Francesa con el proyecto “las bodas de Fígaro”;  Fundalectura y Embajada de Francia, 2006. Invitado especial de la 3ª. Feria Internacional del Libro del Zócalo, México D.F., en el marco del proyecto “Bogotá suena – ciudad invitada de honor”, año 2003.