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En medio de amenazas por parte de grupos paramilitares COMUNIDADES DE LA CUENCA DEL RÍO ATRATO DICEN: VAMOS POR EL SÍ!
Redacción y fotos: Luis Carlos Pulgarín Ceballos.
El domingo pasado, 28 de agosto, las comunidades de la Cuenca del
Atrato, reunidas en Murindó, municipio del denominado Gran Urabá
(conformado por 20 municipios de Chocó, Antioquia y Córdoba), se lanzó
públicamente la Mesa Interétnica como un espacio de integración de los
pueblos indígenas, afrocolombianos y la comunidad mestiza y campesina.
Este proceso que ha sido liderado principalmente por líderes de la
región con el acompañamiento de las organizaciones DESCOLPAZ y la
Corporación Claudicantes, es una experiencia organizativa que se
constituye como una propuesta para, desde las comunidades, aportar en
los esfuerzos que hace el país entero en la implementación de los
acuerdos de paz logrados con las FARC-EP en la Habana.
Así mismo, a decir de Oscar Salazar y Luisa Fernanda Vargas impulsadores
del proceso, la Mesa se consolida para proteger el territorio -que
perteneciendo ancestralmente a las comunidades mismas- serán objeto de
agresión en la competencia que muy seguramente emprenderán las
multinacionales, los paramilitares y hasta del mismo ELN, una vez las
FARC-EP despejen estos territorios que han sido, durante más de 40 años,
su espacio natural de incidencia armada.
En el anterior sentido afirman los líderes de la Secretaría Técnica de
la Mesa que "La Mesa Interétnica por la Paz y Reconciliación surge por
iniciativa de las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas
así como de sus organizaciones sociales y comunitarias.
"Esta mesa aglutinará los diferentes procesos organizativos de la base
social que se desarrollan en el municipio, los que se articularán en pro
de los objetivos e intereses comunes como la defensa del territorio,
así como el espacio para dirimir las diferencias, somos conscientes que
sólo la unidad nos hace fuertes en momentos históricos como los que
estamos viviendo en el contexto político actual.
"Es por ello que la Mesa Interétnica cobra importancia ante la
implementación de la paz territorial y de plataforma de verificación y
seguimiento de los acuerdos como instancia territorial, la defensa de
los derechos humanos, incidencia en la construcción de políticas
públicas que beneficien al conjunto del pueblo murindoseño que anhela y
sueña con una paz con justicia social estable y duradera".
En el marco del evento, la Mesa Interétnica recibió la alegre noticia de
que la ONU a través de la Misión del PNUD en Antioquia, haría
acompañamiento a este proceso. Noticia muy positiva para las comunidades
que tenían gran incertidumbre desde que este mismo organismo
internacional los excluyera de las regiones priorizadas para los planes y
programas que se implementarán en el periodo de pos conflicto. Decisión
que, en su momento, no compartieron las comunidades que -por obvias
razones-, se reclaman comunidades víctima del conflicto, e incluso,
comunidades en riesgo durante el mismo periodo de pos conflicto.
Amenazas de grupos paramilitares.
Es innegable la presencia paramilitar en la región. Al cruzar por Belén
de Bajirá, paso obligado para llegar al punto de embarque que -por el
río Atrato- nos llevará al Municipio de Murindó, las denominadas
Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC-, demuestran su poder no sólo
haciendo retenes -a nombre de los Consejos Comunitarios-, para que los
conductores les paguen vacuna, sino también en las paredes de tabla de
las casas de los habitantes del lugar.
Ya desde el 10 de agosto, las mismas comunidades denunciaron
públicamente los siguientes hechos: "desde que comenzaron las FARC-EP
hacer su tránsito hacia las zonas veredales y campamentarias y de
acuerdo a lo pactado en la Habana en cuanto al cese bilateral de fuegos y
dejación de armas, las incursiones paramilitares han sido continuas
sin que las autoridades tengan una respuesta efectiva para combatir
eficazmente al paramilitarismo y protejan a la población civil".
De esta manera "desde el día miércoles 10 a las 8 am de agosto de 2016
vienen haciendo presencia grupos paramilitares de las autodenominadas
autodefensas Gaitanistas en las cuencas de los ríos Curvarado, bajo
Atrato, y el Jiguamiandó", así mismo retuvieron a la fuerza a los
indígenas Argenito Jumí Tapia (de 20 años) y Jhon Fredy Rubiano Barquin,
en inmediaciones de la quebrada Mina, territorio del resguardo indígena
Urada obligándolos a ser sus guías hasta el día sábado 13 de agosto.
Día en que fueron liberados luego de sufrir torturas psicológicas,
amenazas verbales e interrogatorios sobre la presencia de la guerrilla
de las FARC-EP en la zona.
Este grupo paramilitar estaría conformado por 200 hombres armados y se
han dedicad a sembrar terror y zozobra en las comunidades
afrodescendientes, mestizas e indígenas. Lo más preocupante para las
comunidades es que este grupo paramilitar recorre de manera permanente
desde Urada hasta el corregimiento Pavarando, municipio de Mutatá, sin
ser detectado por las unidades militares que hacen presencia en la zona.
En este sentido, las comunidades organizadas en la Mesa Interétnica han
hecho un llamado urgente a la Comisión Tripartita de Verificación, a la
Comisión de Paz del Senado y organismos defensores de los derechos
humanos, entre otros, para que se active de manera inmediata el sistema
de alertas tempranas, así mismo para que la Fuerza Pública combata la
presencia paramilitar en la región garantizando de esta manera la
tranquilidad de los territorios.
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