Reforma Laboral - Retazos de una historia del pasado
Editorial
Los contextos de esta época, que además embrionarían el nacimiento de corrientes politicas (socialismo y comunismo), que vendrian a terceriar la pugna de poder con el bipartidismo conservador y liberal, serían contextos que darían un viraje rotundo a los conflictos del país. Hasta el momento los grandes conflictos del país, que habían concluido por lo regular en guerras civiles, habían sido conflictos de poder entre las mismas élites liberales y conservadoras. Los herederos de la moribunda clase criolla disputandose el poder político, mandando al frente de la guerra a los hijos de la clase pobre, la clase desheredada del paraíso, la clase de los humillandos, los nadies, los ninguneados y, contradiciendo a William Opsina que con su adepción a un candidato corrupto de derecha y desconociendo la decisión soberana de los sectores populares se alejaría de esta tesis: para mí, la verdadera franja amarilla, la que en 2022, después de 200 años del criminal gobierno de derecha, decidió que su única esperanza para vencer el miedo y la humillación era Gustavo Petro, primer presidente de izquierda en Colombia.
En aquellos años, pues, hace ya casi 100 años, la discusión era la misma de hoy, como si tantos miles de muertos en la defensa de la clase obrera no hubieran corrido, la dignidad del trabajador con temás tan universales como su derecho a reconocimiento de horas extras, sus recargos dominicales y festivos, su seguridad social, entre otros. Derechos que a partir de los gobiernos liberales de 1930, cuando terminó el horror hegemónico conservador de más de 50 años, se empezaron a conquistar con el nacimiento de los primeros regímenes laborales (Códigos Laborales), a favor de la obreriada. Conquistas que de un solo plumazo borraría un ex presidente actualmente imputado por varios delitos e investigado a nivel internacional por crímenes de lesa humanidad: el infame Alvaro Uribe Vélez, el presidente que las mafias del narcotráfico, el paramilitarismo y las élites colombianas le impusieron a Colombia, como el peor de sus verdugos.
Esta victoria de la Reforma Laboral, después del largo pulso entre el Presidente Gustavo Petro y los dinosaurios Senadores tipo Efraín Cepeda (eternos Senadores para la defensa de intereses particulares y no los populares como debería ser), es la victoria, entonces, de la recuperación de los derechos laborales conquistados a lo largo del siglo XX y perdidos a inicios del siglo XXI.
La Reforma Laboral propuesta por Gustavo Petro es sin duda alguna uno de los logros más grandes del gobierno del Cambio, despues de tantos reveses en su intención por darle la vuelta al país descuadernado que le entregaron los criminales gobiernos de derecha.
Quedan eso sí, en amplia exposición, de manera visible, cuáles fueron los legisladores que quisieron traicionar a millones de trabajadores y trabajadoras, oponiéndose de manera cínica a la reconquista de sus legítimos derechos: Entre otros que actuaron como verdugos: Efrain Cepeda, Miguel Uribe Turbay, Las Senadoras Cabal, Valencia, Holguin y todo su Centro Democrático, Las llamadas "independientes" de la derecha: Miranda, Juvenao, Polo Polo, JP Hernández, y la Verde Angélica Lozano, entre otros filados en Cambio radical, la U, el conservaismo, el partido liberal, y los grupos religiosos como Mira. Y no olvidemos el esquirol mayor del Pacto: Paulino Riascos.
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