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OPINIÓN.
Elecciones 2018, ¿Hay con quién? -tercera entrega-.
Por: Luis Carlos Pulgarín Ceballos
Continuamos haciendo algunas reflexiones sobre los candidatos presidenciales 2018. En anteriores artículos hemos mirado quiénes son Sergio Fajardo y Gustavo Petro (buscar en este mismo blog). En esta nueva entrega el candidato en debate es:
HUMBERTO DE LA CALLE LOMBANA, CANDIDATO DEL PARTIDO LIBERAL.
Por el papel que jugó Humberto De la Calle Lombana, en las
negociaciones con las FARC, la altura y la dignidad política que le dio a este
proceso de conversaciones de paz, a pesar de todos los altibajos que se
presentaron durante los casi 4 años que duraron hasta lograr lo que se ha
denominado “Los Acuerdos de la Esperanza”, el país entero ha mirado este
caldense del partido liberal, como la esperanza de un gobierno de transición en
el cual se respeten al menos los Acuerdos firmados en el Teatro Colón, en
noviembre de 2016.
Sin embargo, no hay que olvidar parte de su trayectoria
política, para como mínimo saber por quién se estaría votando y, después, en
medio de frustraciones, pensar que lo sabíamos y que no fue un engaño, que si
caímos por esos méritos que se describen en el primer párrafo, fue porque en
medio de nuestros masoquismos, le quisimos hacer la concesión con la esperanza que
se configura siempre al votar no por el candidato que queremos, sino por el que
-a la final- creemos es el candidato menos malo. Bien sabemos que en este país
nunca votamos a favor, sino en contra.
Humberto de la Calle Lombana ha sido un camaleón político,
ha pasado invicto por todos los gobiernos colombianos, desde hace más de 30
años, acomodándose a las circunstancias y el color del partido al que pertenezca
el presidente de turno, enmermelándose sin mayores dificultades. Ha salido seco
incluso de los chaparrones políticos más intensos y confusos que ha habido en
el país y que han tocado gobiernos de los cuales él ha estado muy pegado, el
caso del proceso 8.000, es decir, el proceso que se entabló contra Ernesto Samper
por haberle recibido plata a los narcotraficantes del Valle para la campaña que
lo llevaría a la presidencia. Humberto de la Calle hizo parte de esa campaña,
fue la formula vicepresidencial de Samper. Nunca se vio involucrado en las
investigaciones.
También pasa de agache su responsabilidad con la ilegal
reelección de Álvaro Uribe Vélez, pues el hoy candidato liberal fue asesor
jurídico de este proceso que terminó torciéndole el cuello a la constitución,
además de comprar medio Congreso, para la aprobación de las aspiraciones
reeleccionistas de un gobierno monitoreado por el crimen, dadas las relaciones
de éste con el narcoparamilitarismo. De la Calle Lombana recibió la embajada de
la OEA en el gobierno de Uribe, en ese periodo, el candidato que funge hoy como
candidato de la paz, nunca se pronunció contra el gobierno de la guerra, nunca
contra los crímenes de los denominados falsos positivos, nunca contra la persecución
criminal del DAS a defensores de derechos humanos, periodistas, líderes
sociales, nunca se pronunció en defensa de los Acuerdos Humanitarios liderados
por personas progresistas de su partido liberal, guardó silencio para mantener
una buena relación con su patrón de turno: el señor Uribe Vélez.
Desde el gobierno Conservador de Belisario Betancourt, hasta
el gobierno liberal de Santos, el caldense De la Calle ha hecho parte de ese
nefasto pacto del Frente Nacional bipartidista que nos gobierna desde 1958, y
hoy a nombre del mismo partido Liberal quiere llegar a la presidencia para
seguir preservando los privilegios de las élites bipartidistas de derecha que
han sentado su poder en la exclusión de las minorías y las tendencias políticas
alternativas; que han empobrecido al país y promovido la inequidad social y la
injusticia, al favorecer –desde su gobierno- a los gremios económicos y las
mafias políticas del país. ¿Será este el candidato de la transición?.
Enero 2018.
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