Una Crónica de EL ANTES Y EL DESPUÉS
De un capítulo de próximo libro -en redacción-
DE EL ANTES Y EL DESPUÉS (Fragmento)
Por: Luis Carlos Pulgarín Ceballos
El subteniente Castellanos Gaona prestaba su servicio en la
inspección policial de la Arada, un
poblado con no más de 1.000 habitantes. Por las calles y esquinas existe la leyenda de que en este poblado -que pertenece al área rural del
municipio de la Alpujarra, Tolima-, estuvo Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo; unas cuantas décadas atrás;
que habría llegado herido al poblado y que allí le habían prestado los auxilios
médicos que lo habrían salvado.
-
Por eso mijo, a este
pueblo no se lo van a tomar las FARC – solían decir los más viejos del corregimiento.
No obstante, al anterior
convencimiento, el pueblo se había encomendado al Señor de los Milagros, del
cual tenían en la Iglesia una imagen que habría sido comprada directamente en
Buga (Valle), gracias a una colecta popular. Al milagroso de Buga le oraban
suplicando el pueblo no estuviera en la agenda de tomas de las FARC.
¿Entonces qué pasó?
A lo mejor las FARC cogieron al milagroso ocupado, haciendo
otros milagros en ese momento, porque lo cierto es que para el año de 1998, el
Bloque Oriental de este grupo subversivo se tomó la Arada, destruyó la inspección y dejó
un policía muerto. Y una vez conocieron el camino, regresaron:
Al año siguiente. En 1999, volvieron, y esta vez no solo
arrasaron el puesto de policía. Una veintena de casas, el puesto de salud y la
oficina de telecomunicaciones quedaron devastadas. También quedó en escombros
la iglesia, donde solo quedó de pie e incólume la imagen del Milagroso de Buga.
Era el mes de noviembre. Ese día se llevaron cautivos seis policías que
trataron de defender el pueblo. En ese pueblo y ese mes, las FARC secuestraron
al subteniente Castellanos Gaona, quién tendría que soportar el infierno de su
cautiverio en la inclemencia de la selva, durante largos años. De regreso a la libertad, Castellanos Gaona, tal vez sería el único en recordar la imagen del Milagroso de Buga, ese día 2 de julio de 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario