Un campesino desplazado que quiere ser Senador
Refugiado en Bogotá hace 20 años, pero con sus raíces aún en
los territorios regionales a los que espera ayudar desde el Congreso
Entrevista realizada por:
Luis Carlos Pulgarín
Ceballos
Líder social y defensor de los Derechos Humanos desde los 13
años. Sobreviviente del genocidio contra la UP Urabá, ex concejal de Turbo. Fue
miembro y secretario técnico de las mesas de Población desplazada en Medellín y
Cundinamarca. Cofundador de la Asociación Nacional de Desplazados
Colombianos-ANDESCOL-. Miembro de la Coordinadora Andina Frente Al Desarraigo y
el Desplazamiento Forzado en América Latina-COANDEFOR-. Secretario Técnico de
la Mesa Nacional de Victimas Pertenecientes a Organizaciones Sociales-MNV-.
Director ejecutivo de la Corporación DESCOLPAZ; cofundador de la Mesa
Interétnica por la Paz y la Reconciliación de Murindó-Antioquia; Cofundador de
la Asociación Campesina de Murindó-Antioquia; activista por la PAZ y el medio
ambiente. Con más de 45 años al servicio de las comunidades y los sectores
más vulnerables del país.
Su activismo social, político y de defensa de las víctimas
del conflicto armado lo han llevado a recorrer todo el país, desde la Guajira
hasta el Amazonas, desde la región del pacífico hasta Arauca y los territorios
límites de Colombia con Venezuela y Brasil; lo cual le da un conocimiento
profundo de las problemas más sentidos de la población colombiana.
Testimonios del candidato
Sobre la familia.
“La familia cumple un papel muy importante en mi vida,
venimos de una familia muy tradicional, unida y trabajadora; donde lo
importante era la palabra, la sencillez y la modestia. La familia es el centro
de la sociedad, es el núcleo fundamental donde se cimentan los valores”.
¿Por qué está metido en política?
la política se lleva en la sangre y es mediante la política
como se puede transformar el Estado, para que éste pueda de verdad tener
políticas publicas que beneficien al conjunto de la sociedad para el buen
vivir.
¿Cuál es su historia política?
Comienza
por allá en 1976 en la región de Urabá Antioquia, siendo líder estudiantil de
la coordinadora regional de Urabá; luego paso hacer parte de los diálogos de
paz entre la insurgencia y el gobierno de Belisario Betancourt. Como delegado
de la UP en lo juvenil hago parte del Comité de Derechos Humanos en Turbo,
Comité que lideraba Héctor Abad Gómez; comenzamos hacer un trabajo de
visibilizarían en la región sobre violaciones sistemáticas y detenciones
masivas a campesinos que luchaban por la tierra; llego a ser concejal del
municipio de Turbo por dos periodos, donde lidero la lucha por la tierra y la
vivienda, control político, y dejo varios proyectos de acuerdo que hoy en día
siguen teniendo vigencia en el municipio.
Oscar
Salazar y sus aportes a los procesos de Víctimas
Uno de los aportes fue la de impulsar la ley 387, con
aportes de la iglesia y ONGs que acompañaban a las víctimas como FEDES, el GAD,
Mencoldes, ACA, Semillas de Libertad, entre otras; los protocolos de
participación, el fortalecimiento a las mesas de OPDS. Luego de luchas y
movilizaciones viene la ley 1448 de víctimas y restitución de tierras. La lucha
por la vivienda ha sido una constante de esa lucha; sale Riveras de Occidente,
Margaritas I y II, el Porvenir, la Hoja. El acceso a tierras, reubicaciones
como La Miel en Ibagué, y la Cochinilla en Cúcuta; retornos como el de
Caparrapí y La Palma en Cundinamarca, son algunos éxitos que hemos
desarrollado. Actualmente tenemos conversaciones con el Distrito, también hemos
dado vida a los Refugios Humanitarios, Caravanas y Zonas Humanitarias como
medio de preservar la vida y la permanencia en los territorios; esos son logros
que hemos defendido mediante la lucha y
la resistencia.
Urabá
Urabá fue una escuela de lideres sociales, con una gran
capacidad de gestión y de gobierno, yo hago parte de esa camada de lideres y
lideresas que están diseminadas por toda la geografía nacional. A Urabá le debo
mi formación política y académica, y ante todo la manera de ejercer los
liderazgos, de respetar los procesos sociales y comunitarios.
En cuanto a los aportes en la región, fuimos los primeros en
proponer el acueducto regional para Urabá, aprovechando la gran riqueza hídrica
que poseemos; impulsamos el matadero regional, el fortalecimiento de MADU
(Municipios Asociados de Urabá), la formalización de predios informales urbanos
y rurales, impulso al deporte y la cultura, obras de infraestructura en los
corregimientos de Nuevo Antioquia, el Tres, Currulao, y la Panamericana.
Sobre
el tema de la Paz
Muchos creíamos en
este proceso; que real y efectivamente lo acordado sería para la transformación
social, para la paz. Esta es una oligarquía muy inteligente, logró en el
escritorio lo que nunca ganó en el campo de batalla, ni se ha terminado el conflicto
ni se cumplió lo acordado, y menos se lograron grandes cambios en lo político,
social y económico; fue un fiasco y fracaso este proceso de paz, mal mensaje
para los que aun persisten en la lucha armada.
La gente no entendió que fue lo que se acordó en la Habana y
refrendó en el Teatro Colón; faltó mucha más pedagogía sobre el Acuerdo, el
gobierno jugó a tres bandas y ganó el plebiscito, ajustando lo acordado según
los opositores y, ahí perdió el país en su conjunto.
Tenemos que decir que, para que Colombia entre en una nueva
etapa de reconciliación, necesariamente hay que hacer un gran pacto entre todos
los sectores; eso incluye a quienes se han opuesto al proceso de paz, a quienes
han dejado las armas, a los empresarios, los latifundistas, ganaderos, partidos
políticos, hombres y mujeres de los territorios, los pueblos étnicos, a los
militares activos y de reserva porque ellos son un actor político y sin ellos,
cualquier dialogo seria un fracaso, entre otros. Y ese gran pacto social debe
discutir los grandes temas que deben ser objeto de reformas sustanciales: la
electoral, de justicia, laboral y pensional, de policía, de tierras; en fin,
son muchos los temas que habría que tocar y que por supuesto son sensibles a la
sociedad. Ahora bien, la paz es uno de los temas fundamentales para el futuro
de Colombia en materia de inversión social y reactivación económica, un país en
paz es prenda de garantía para los inversionistas, para quienes deseen
invertir, obviamente que habría que revisar como sería esa participación del
gran capital, y habría que revisar también los TLC para proteger al pequeño
empresario, a las microempresas y los emprendedores que tienen una gran
desventaja frente a esos Tratados Comerciales.
Oscar Salazar ¿un "castro chavista?
El término Castro chavista es un término de
quienes han mantenido una política de miedo y se han lucrado de la guerra,
quienes mejor han sacado provecho del Castro chavismo son los uribistas,
y si no mire no mas cómo tienen a nuestro país, sumido en el caos, la
desconfianza inversionista, una deuda externa galopante, más de 10 millones de
víctimas, 6 millones de hectáreas de tierra despojadas a los campesinos, un
atraso de más de 50 años en materia de
infraestructura vial, portuaria y fluvial; un país que ostenta el Gini muy por debajo
del 0.50, lo que equivale a ser un país
inequitativo y desigual en todo el mundo. Hoy en día todo el que piensa
diferente se le cataloga de ser de izquierda, socialista o comunista; yo me
considero más bien un libre pensador con ideas transformadoras y de largo
alcance, para bien de la gente que sueña un país en paz y con una gran
fuerza social capaz de transformar a Colombia y hacerlo muy competitivo porque
tenemos la riqueza suficiente: dos mares,
los recursos humanos, naturales y, sobre todo, con la voluntad de
transformar una nación que ha estado gobernado por una elite corrupta y que no
deja avanzar este país por la senda del progreso y el desarrollo.
¿Cuál es la Colombia soñada por Oscar Salazar?
Una Colombia justa, equitativa, y en paz.
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