viernes, 23 de diciembre de 2016

DE COMANDANTE A MILITANTE: FABIÁN RAMÍREZ, SEMBLANZA INCONCLUSA DE UN SOÑADOR DE LA PAZ EN COLOMBIA.


DE COMANDANTE A MILITANTE: FABIÁN RAMÍREZ, SEMBLANZA INCONCLUSA DE UN SOÑADOR DE LA PAZ EN COLOMBIA.

Nueva entrega de la serie de reportajes y crónicas sobre “los últimos pasos de las FARC  como grupo armado en la región de Urabá”.

Fotos y redacción: Luis Carlos Pulgarín Ceballos
Canal 3 Sistema en Línea – Comunicación alternativa



Corrían los años 80s, cuando fue contactado para visitar un campamento de la guerrilla a componer un equipo impresor en que hacían el boletín “Resistencia” ” (órgano de comunicación de las FARC-EP), una “Reds Rotari 450, de las primeras máquina impresoras de esos años, yo trabajaba con eso; pero no con la guerrilla, yo no tenía relación con la guerrilla en esa época”. En ese entonces, Fabián Ramírez (José Benito Cabrera Cuevas, su nombre real), sólo tenía 15 años y una vocación inmensa por el sacerdocio. Sólo sabía que lo suyo era estar con la gente, pertenecer a una hermandad que buscara cambios en pro del bienestar comunitario; hasta ese entonces sólo pensaba en que esto lo podría hacer desde una iglesia, nunca lo había pensado que desde un grupo guerrillero. Llegó entonces al Frente 15, en calidad de técnico, ni siquiera sabía que era con la guerrilla con la cual iba a encontrarse, su ánimo de ayudar lo llevó a aceptar la invitación de alguien que en Paujil, Caquetá, de donde es oriundo, le hizo para arreglar un aparato “de esos con los que él trabajaba”. Arreglando la pretendida máquina impresora se atrevió a proponer que los boletines de “Resistencia”, se diseñaran mejor, para sacarle más provecho al papel y para que tuvieran una presentación menos acartonada, más ágil para el lector. Eso fue determinante para su vinculación a las FARC-EP, el mismo Antonio Marulanda Vélez (Tirofijo), le autorizó modificar la vieja estrategia utilizada hasta entonces para diseñar el órgano informativo de las FARC y empezar a diseñarlo en tamaño media carta, tamaño en el cual circuló por más de dos décadas.


Su ingreso dice, se dio mucho antes que el de Alfonso Cano, Simón Trinidad y otros Comandantes del grupo revolucionario, incluso antes de la existencia de Casa Verde. Dejó la comodidad de su casa, dejó el colegio y los amigos de adolescencia para hacer de las FARC su familia. Vio una fraternidad en la guerrilla y él que tenía vocación de seminarista determinó que ese era su lugar. Ingresó por la época en que lo hizo “Joaquín Gómez”, y por muchos años fue el Jefe del Bloque Sur desde el cual se realizaron acciones tan contundentes como la Toma de la base militar de las Delicias, en Puerto Leguízamo, Putumayo; una acción que hirió profundamente el orgullo de los militares colombianos puesto que se ha considerado uno de los más graves reveses sufridos por las Fuerzas Armadas de Colombia en su larga lucha contra las FARC.
Lo primer que advierte, cuando iniciamos esta conversación, es que ya no es más el Comandante Fabián Ramírez. Estamos en tiempos de paz y la estructura de las FARC cambia, eso implica otro modelo organizativo: el político; donde no hay Comandantes sino militantes. Él mismo se considera tan sólo un militante más.

Su vida guerrillera la desarrolló en el sur del  país, sobretodo en el Caquetá, donde conoció todo el proceso de la coca, “la manera en que los cultivos han afectado el campesinado, el deterioro social y ético a los que conllevan estos sembrados”. Por eso es un convencido que este proceso de paz debe garantizar un modelo de sustitución de cultivos que no sólo aleje al campesinado de las economías ilegales sino que también los repare de manera integral y les restablezca esa dignidad que muchos han sentido perder por ser tildados de criminales, sin entenderse las dinámicas de abandono estatal que los obligó a dedicarse a este oficio.

Colombia y el mundo ha conocido su trayectoria en las FARC EP, “es más lo que se ha dicho que lo que es verdad”. Dice que este proceso de paz servirá para que se conozca verdaderamente quiénes son los guerrilleros de las FARC y se caigan todos los mitos que les han inventado la gran prensa nacional y el mismo gobierno en su afán de fijar diferentes estrategias de desmoralizar a los combatientes, de deslegitimarlos en la sociedad y de vencerlos por diferentes vías. Afirma, de manera categórica, que una de las consecuencias del proceso de paz es que servirá para que se sepa quién es quién en la guerra, y para que se entienda de una vez por todas que la culpabilidad de los hechos desastrosos del conflicto armado no está sólo del lado de las FARC, que el compromiso de esclarecer la Verdad está en muchos lados: los industriales, ganaderos, los políticos y gobernantes, hasta los medios de comunicación que le han hecho el juego a las élites colombianas que son las que más han sacado partido con la guerra.

Ahora está en este campamento de pre agrupamiento en límites de Antioquia con el Chocó, en el Bloque Comandante Efraín Guzmán. Aquí llegó tras su regreso de la Habana donde estuvo como miembro del equipo de negociadores de las FARC. Acompañado de Marcela, su compañera sentimental, con quien ha recorrido un gran trayecto de su vida revolucionaria, incluso con quien milagrosamente se salvó de varios bombardeos del ejército, a pesar de que las bombas caían a hacer inmensos cráteres en la tierra, a pocos metros de ellos. “Mal heridos, cuando no era yo, era ella, salvándonos el uno al otro, ese es un libro que yo quiero escribir, un libro del amor en la guerra, yo pensaba titularlo “de amor y de guerra”, pero creo que ya hay uno que se titula así, habrá que buscarle otro título”, afirma en su tono de voz suave y espaciado, sencillo y con los visos del campesino que sigue siendo, mientras mira a su infatigable compañera, encargada de tareas de comunicación y análisis de noticias, quien muy seguramente piensa en el curso de fotografía que quiere hacer, o la carrera de comunicación y periodismo que le gustaría realizar para encargarse de una emisora del partido político de las FARC una vez estén en la vida civil.

Recuerda sin resentimiento los malos momentos que le hicieron vivir algunos periodistas que quisieron, en su momento, confrontarlo haciéndolo sentir un capo del narcotráfico, incluso en una periodista que llegó a llamarlo “jefe de jefes”, porque se pretendía que manejaba la plata de la producción cocalera en el sur del país y que tal vez tendría una gran fortuna personal, entonces vuelve a su tesis inicial “aquí me ve, sólo soy un militante más de las FARC ¿cuál jefe de jefes?”.

Yo no tengo muchos estudios”, dice, pero es una máquina de ideas y proyectos. Se emociona cuando se le habla de la comunidad y de los procesos de fortalecimiento territorial, lo cual asocia con el trabajo en colectivo. Tiene en proyecto la Universidad de las FARC, donde dice “hay que reaprender la esencia del Manual de Carreño, tal vez no todo, pero sí adaptando lo más importante para este momento. También hay que volver a enseñar la historia de Colombia”. Tiene, como ya lo hemos mencionado, el proyecto de escritura del libro dedicado al amor y la guerra. Sueña también con un proyecto agroecológico de gran impacto para los campesinos de los Llanos. Igualmente lo ronda la idea de un proyecto de comercialización de huevos; incluso uno de maíz. Piensa en la manera más efectiva de organizar las comunidades en torno a esos proyectos. Y sigue enunciado proyectos: La Fundación Social de las FARC, su participación en el partido político; un proyecto de turismo ambiental para el Caquetá; en proyectos que disminuyan el efecto negativo de la ganadería extensiva, un proyecto inmediato que cubra la necesidad de formar la guerrillerada para las responsabilidades y el proyecto de vida que deben asumir después del desarme…

Es un inquieto, dice que empírico, por el diseño y el manejo de las tecnologías, no para que reemplacen el conocimiento y la sabiduría humana, “pues es el hombre el que debe dominar las máquinas y no las máquinas al hombre”. Puede pasarse horas y horas frente al computador, cacharreando en un programa de Corell Draw, dando un esbozo al diseño de una valla para el campamento de pre agrupamiento como para el diseño de un uniforme para el equipo de futbol de la guerrillerada.



Ver más en: https://canal3sistemaenlinea.blogspot.com.co/2016/12/yo-estuve-en-una-zona-de-pre.html

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