viernes, 18 de noviembre de 2016

Las crónicas de Juan Gil Blas. CONCIERTO DIDÁCTICO POR LA VIOLA Y LA PAZ.

Crónica 2 El Salvador

Concierto didáctico por la viola y la paz
Por: Juan Gil Blas
(Desde Medellín, Antioquia).

Falta media hora para que comience el Séptimo Concierto Didáctico de la Orquesta Sinfónica de Antioquia y apenas voy a salir. Desde Quintas al Pablo Tobón, a pie, son veinte minutos, calculo. Debo salir. Chao, Lupa, no demoro, regreso por ahí a las dos. Ella entiende o yo creo que ella entiende que llegaré a las dos y el contrato social queda hecho, los dos funcionamos mejor así, perra y señor, cuando fluye la comunicación. Cierro la puerta y la reja con doble llave, y empiezo a bajar las 126 escalas de estas tres manzanas de la urbanización que me corresponden.
Llego a la 36 con la 36, da lo mismo explicar cuál es la calle y cuál la carrera. Es curioso vivir en la 1 con la 1, en la 3 con la 3, en la 100 con la 100, sitios que casi nadie conoce. ¿Quién ha ido a la 1 con la 1, a la 3 con la 3, a la 100 con la 100? Tomo la carrera 36 y me dirijo al norte. Cruzo El Salvador, de pe a pa.
Es la 36 la calle comercial de El Salvador, junto con la 35A y la 36A, que la bordean. Hay tiendas, mercados, peluquerías, comidas rápidas, restaurantes, almacenes, venta de chance, licoreras, farmacia, centro de salud, obleas, carretillas, viviendas, inspección de policía y comisaría de familia, de todo hay, menos bancos y entidades financieras, que no se encuentran en El Salvador. Voy radiante, voy gozoso, voy feliz.
Llego a Gerona, doblo a la izquierda, paso la cancha y llego a Bomberos o Cuatro Esquinas, frente a la casa que en otro tiempo fue de don Pepe Sierra, uno de los hombres más ricos del país. Ya estoy en lo que puedo llamar el centro de la ciudad, aunque me falta internarme en él.
Lo bordeo, paso Ayacucho, hacia la plaza de Flórez y sigo, doblo por la Ex-Fanfarria, paso por El Dorado que fue de mi padre y llego al Teatro Pablo Tobón. Ya hay bastante gente en la entrada, más la que ha ingresado. Demoré 17, 18 minutos, así que me toca esperar, faltan 12 minutos para el concierto.
–Hola.
–Hola.
–Hola.
E ingresamos los tres. Nos ubicamos en la quinta fila, en el momento en que va a comenzar el concierto. Leo aprisa el programa y me entero: La viola, la más noble de todos los instrumentos. Incluye: "Obertura de Don Giovanni", de Mozart; "Concierto para viola", de Béla Bartók; y "Sinfonía Nº 5 `Sinfonía Sacra`", de Howard Hanson. Dirige Andrés F. Jaime, presenta Adrián García, la solista es Sharon Avella, violista ganadora del Concurso Nacional de Solistas 2016; y toca nada menos que la Orquesta Sinfónica de Antioquia.
Todos los músicos son jóvenes, ahí están en la escena, afinando los instrumentos, todos visten camisa blanca. Se llena el teatro, comienza la función, mientras yo me quedo pensando un rato en la película de Federico Fellini "Ensayo de orquesta", hasta que la función me concentra. He visto dos veces esa película, es buena, una mezcla extraña y estupenda de política y música, a despecho de muchos.
¿Sabe alguien, no músico, oír la diferencia entre un violín, una viola y un chelo? Pues eso aprendimos, con un ejercicio didáctico sencillo, que la Orquesta Sinfónica nos hizo a los que lo ignorábamos, aun los que a diario gustamos de la música sinfónica en las emisoras culturales de la ciudad.
En fin, el resumen de lo que pasó es este: una presentadora explica la filosofía y la realidad de la Orquesta Sinfónica de Antioquia; luego el presentador-animador Adrián anima al público, a modo de calentamiento físico y mental, y explica la particularidad del programa dedicado ese día a la viola y a la solista Sharon, incluyendo un corto video de ella; luego presenta al joven concertino, que es el encargado de dirigir la afinación de los violines de la orquesta; y luego presenta al director, Andrés F. Jaime.
Jaime engloba toda la explicación anterior, y al finalizar sus palabras y antes de comenzar la primera parte del espectáculo musical, la “Obertura Don Giovanny” de Mozart, dice: Esta es la contribución de la Orquesta Sinfónica de Antioquia a la paz de Colombia, y un espontáneo aplauso del público respalda sus palabras. Todos allí, desde la cultura, estamos en sintonía con la paz de Colombia, es evidente.
La función terminó con un postre de música caribeña, de esos en los que uno no es capaz de dejar quieto el esqueleto: “Cumbanchero”, del músico portorriqueño Rafael Hernández: A cumba cumba cumba cumbanchero / A bongo bongo bongo bongosero. Gran regalo de la Orquesta para todos.
Salimos a La Playa felices, plenos, se arma allí la fiesta callejera y los tres, Nicolás, Xiomara y yo, vamos por un refrigerio a la panadería de la esquina. Hasta el próximo 2 de octubre, primer domingo de mes, cuando se presente el Octavo Concierto Didáctico, llamado esta vez "El Director de Orquesta", para que aprendamos más de música y la disfrutemos. Otra vez el barrio El Salvador estará allí presente; si Dios quiere, como responden los medellinenses a casi todo.
Una posdata necesaria: el 2 de octubre, por coincidencia, será el plebiscito por la paz. ¿Se realizará, de todos modos, ese día, el concierto didáctico de la Orquesta Sinfónica? Sí o no, para la casi totalidad de los que asistimos al Séptimo Concierto nos quedó claro que ese día, el 2 de octubre, nuestro director de orquesta será inmenso: el aval –hasta de pronto innecesario, pues ya está hecho– a la terminación del 70-80% del conflicto bélico colombiano. Vamos por más, vale la pena, la música es universal.

(2016)

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