Díganle a Santos
Por Luis Carlos Pulgarín Ceballos.Díganle que: A quien se abroga, a título personal, un
premio Nobel que fue colectivo, no le queda bien maltratar a una mujer…
Pero vamos por partes. 1. los incumplimientos: El primer incumplimiento en lo acordado, fue la falta
de diligencia del gobierno Santos en copar los territorios que tradicionalmente
habían estado dominados por las Extintas FARC-EP. El gobierno Santos no llegó a
estos lugares ni con políticas públicas, ni siquiera con Fuerza Pública; pareciera
que su interés en la apuesta política de su locomotora minera lo hubiera
inducido a dejar los territorios despejados para que lo ocuparan grupos paramilitares,
que vendrían a cuidar los intereses de las multinacionales. Y este fue el gran
primer error, un error criminal en el gobierno de quien firmara el Acuerdo:
dejar los territorios a merced de otros grupos ilegales, incluso de poderosas
mafias narcotraficantes. Hablar de los incumplimientos en la era de Duque,
sería redundancia, bástenos decir que, en este periodo, que fue el periodo de
“hacer trizas la paz”, el desfalco de la Paz fue tenebroso. En el periodo de
Iván Duque no solo se aumentó el asesinatos de Firmantes de Paz, sino que se
hizo fiesta con la plata de la Paz, pues se constituyó un bochornoso sorteo de
billonarios contratos con los presupuestos de la paz para alcaldes y
contratistas “amigos” del gobierno, a través del Alto Consejero para la
Estabilización. Literalmente: se robaron la plata de la Paz.
2. El periodo del Cambio. El mismo Santos, quien pierde la perspectiva por sus
cálculos políticos, y llega a maltratar a una mujer comprometida, valiente y
valiosa en la historia de las luchas por los Derechos Humanos; desconociendo su
liderazgo al frente de la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz, parece
desconocer que en este gobierno y bajo la dirección de la doctora Gloria
Cuartas Montoya, los avances son bastantes meritorios. A pesar de que la
doctora Cuartas Montoya recibió la tarea de implementar el Acuerdo con cambios
que limitarían sus funciones, los avances no se pueden borrar de un solo
plumazo como lo pretendieron en el acto organizado -el 24 de noviembre pasado-,
en el Centro Distrital de Memoria Histórica, donde en contubernio con la
alcaldesa de Bogotá, pretendían darle una encerrona al presidente Gustavo
Petro, no sé sabe bien con qué intensiones, o tal vez sí: en busca de mermelada
con los presupuestos de la paz.
Así pues, la
siguiente es la realidad que encontró Cuarta Montoya en su llegada al gobierno
Petro: La antigua Consejería de Estabilización, antes Consejería para el Post
Conflicto, que tenía carácter ministerial con recursos y autonomía para
ejecución, se convirtió en una Unidad sin presupuestos y sin capacidad de
ejecución, solo con misión de articulación. De otro lado, recibió una herencia,
en la implementación, con baja o, mejor dicho: nula ejecución de políticas que
atendieran los compromisos del Acuerdo; solo ejecuciones en el papel. Esto sin
hablar del tema de la corrupción y la irregular asignación de proyectos desde
el OCAD-PAZ.
Díganle a Santos,
que sí hay quien lidere la implementación del Acuerdo así el trate de
invisibilizar sus avances. Que, no obstante, las profundas limitantes con las
que se trabaja en la Unidad de Implementación del Acuerdo, se han realizado
acciones que buscan la dignidad perdida del Acuerdo de Paz, casi que, desde su
firma, en su periodo de gobierno. Una de las acciones más trascendentales en
esta dignificación fue modificar los procedimientos corruptos con los cuales
desde el OCAD-PAZ se tiraban al aire millonarios contratos para que cayeran ¡oh
sorpresa!, en las alcaldías de los corruptos amigos del gobierno nacional; esta
bolsa de recursos, tal vez la más importante para la implementación del Acuerdo
y sacar los municipios PDET de la marginalidad y la pobreza; cuentan con una
nueva metodología que busca más equidad y transparencia a la hora de asignar recursos.
Así, de los 274 millones de pesos, que corresponde a 98 proyectos asignados por
el gobierno Petro y de los cuales ya muchos están en ejecución, llegará más
dinero a las regiones menos favorecidas hasta el momento, priorizando
iniciativas que apuntan a la reparación integral de las víctimas del conflicto
armado. Díganle a Santos, recuérdenle, informenle por si no lo sabe, que este
proceso es liderado por la persona que él invisibiliza cuando afirma -a
micrófono abierto- que no hay quien lidere la implementación del Acuerdo (en
el OCAD Paz durante el Gobierno del Cambio se han aprobado 98 proyectos por
$274 mil millones, de estos 23 proyectos se encuentran localizados en 19
municipios PDET de 10 departamentos, con una inversión por más de $77 mil
millones de pesos: Antioquia, Arauca, Bolívar, Cesar, La Guajira, Magdalena,
Nariño, Putumayo, Sucre y Tolima).
Díganle a Santos,
que a pesar de su “no hay quien lidere la Implementación del Acuerdo”, la
doctora Cuartas Montoya ha logrado un importante convenio con el
Hospital Militar, la Agencia de Reincorporación y Normalización, el Ministerio
de Salud y el Fondo Colombia en Paz, para atender a personas en condición de
discapacidad por razones del conflicto social y armado, como firmantes de paz,
miembros de la fuerza pública y víctimas del conflicto (este convenio permitirá
que la atención integral a esta población inicie con más de 50 millones de
pesos que se invertirán en prótesis y rehabilitación de personas en condición
de discapacidad por razones del conflicto social y armado. Falta decir que,
este convenio fue construido de manera participativa con la Asociación
CONELAEC, de firmantes de paz en condición de discapacidad y bajo el liderazgo
de la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz).
Díganle, enúncienle,
tal solo algunos logros desde la Unidad de Implementación, entre ellos: I. La
construcción y aprobación del Plan Estratégico de seguridad y Protección para
firmantes de paz en proceso de reincorporación. II. la suscripción de un
convenio interadministrativo con el Instituto Geográfico
Agustín Codazzi -IGAC-, para democratizar la información catastral y buscar la
transparencia en las inversiones. III. La instalación de una Instancia
Permanente de articulación con la JEP para trazar la
hoja de ruta que permitirá la puesta en marcha de la articulación necesaria
para la implementación de Sanciones Propias, TOAR y Medidas de contribución a
la reparación. IV. la constitución de una
mesa de instancias de acompañamiento
internacional a la implementación del Acuerdo de Paz (contemplada en el punto
6.4.2.) y olvidada desde su gobierno, durante el cual se firmó el Acuerdo de
Paz.
No le digan eso si de la aprobación de la política de
desmantelamiento de organizaciones criminales, ni los avances de sustitución de
cultivos ilícitos y la política de tratamiento al tema de las drogas y el
narcotráfico, porque de pronto a sus amigos uribistas les da por salir a las
calles y protestar porque les estamos acabando su narco Estado; tampoco le
informen sobre las más de 61.255 hectáreas compradas para campesinos, indígenas, comunidades
negras, población víctima y en reincorporación y la gestión de más de 621.207
hectáreas de tierras, para seguir dando continuidad a la Reforma Rural Integral
(Punto 1 del Acuerdo), porque se despelucan sus amigos terratenientes, enemigos de
cualquier reforma agraria y de la dignidad del campesinado al que siempre han
violentado.
Díganle a Santos que no le queda bien el negacionismo, el
maltrato a una mujer: Negar los méritos y liderazgos de una mujer,
invisibilizarla a pesar de tenerla al frente, en el auditorio donde criticaba a
este gobierno que, en un solo año, está haciendo mucho más de lo que el hizo
con la implementación del Acuerdo en sus dos años finales de gobierno, es una
forma de maltrato. Ah, y por último: el premio Nobel no se lo dieron porque
fuera Juan Manuel Santos, el premio se lo asignaron a él en representación de
las víctimas del conflicto armado, y porque la coyuntura del país después de la
pérdida de su errático plebiscito necesitaba una muestra de apoyo internacional
para que siguiéramos persistiendo en la paz, así actúa el Comité Nobel Noruego,
dando espaldarazos que considera oportunos en contextos difíciles, por ello el
Premio Nobel de Santos no fue a título personal sino del colectivo colombiano,
ponderando a las víctimas del conflicto. Díganselo.
Opinión personal. No compromete línea editorial del periódico El Quijote, tampoco de ninguna institución de gobierno.
Para conocer más avances de la Implementación del Acuerdo:
www.portalparalapaz.gov.co