Sin pelos en la lengua
Quedó en claro de dónde vienen las balas que asesinan líderes sociales.
Opinión
Luis Carlos Pulgarín Ceballos
La
mayor parte de la sociedad colombiana entendió que la solidaridad y el acompañamiento en el duelo no son para, de manera oportunista, sacar provecho político, por eso no salió a hacer show a partir
del dolor de las familias de los policías víctimas del atentado terrorista en la
Escuela de Cadetes. La marcha del oportunismo uribista fue un fracaso, no llenó plaza en Bogotá, ni en otras ciudades del páís; fue lánguida, muy lánguida. Y eso que la
mayoría de marchantes fueron policías y escoltas obligados, además de la tibia izquierda que salió a hacer bulto y buscar votos (Antonio Navarro, Holman Morris, Angela María Robledo, Claudia
López, Jorge Robledo, Sanguino y otros).
De otro
lado queda por decir que esta "marcha" sirvió para confirmar de qué
lado vienen las balas que han asesinado ya más de 500 líderes sociales y
defensores de derechos humanos. Con la actitud agresiva y violenta de los
derechistas que vociferaban "plomo es lo que hay" y "o te quitás
la camiseta o te pelamos", queda más que claro; las balas asesinas
provienen de estos sectores que apoyados en un "contamos con el apoyo del
presidente" actúan a sus anchas por todas las regiones de Colombia sin
mayor control de las autoridades y a sabiendas que las investigaciones por
dichos crímenes no tendrán la celeridad que se ha demostrado en aquellos pocos casos que le han convenido a un gobierno inepto y de baja aceptación popular y a un Fiscal General de la
Nación, desprestigiado y envuelto en la neblina gris del crimen de la corrupción; estos matones,
envalentonados con el dolor ajeno y el olor de la pólvora en sus labios, como los vimos en la
pretendida marcha de solidaridad con las víctimas del acto terrorista, saben
que tienen Fiscal propio y que los casos serán manipulados para que pasen de
agache y queden en la más completa impunidad.
P.D. lástima el ELN, no entendió las dinámicas
de lucha política de estudiantes y demás sectores de la sociedad civil que ha
salido a rechazar las políticas nefastas de la nueva era del uribismo, a
denunciar al Fiscal general de la Nación y rechazar el exterminio de líderes
sociales y defensores de derechos humanos. Cuando esa movilización ciudadana y
estudiantil tenía grandes avances para visibilizar dicha criminalidad y corrupción
de la derecha, el ELN viene y la torpedea, le hace el juego al uribismo y ayuda
a hacer trizas la paz. Lo peor de este acto bárbaro del ELN es que deslegitima
nuestras luchas sociales en pro de la paz, pues va en contra vía de nuestros
avances por la vía política. No quiero con esta nota final deslegitimar el
derecho a la rebelión (incluso armada), que tienen los pueblos; lo que no hay derecho
es a que en el afán por dar golpes contundentes al régimen contra el cual se
han levantado, hagan mal cálculo del objetivo y caigan en actos terroristas poniéndose en el mismo nivel criminal
de su enemigo.